Martes 26/05/2015, 20:40:36
Algunos pibes hubiesen tenido más dignidad en un clásico
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Buenas! Les dejo mi humilde opinión sobre lo que dejó este ciclo:
Para describir un final al estilo Hollywood, el partido del domingo sería un momento sublime dentro del relato. Independiente demostró no sólo estar cada vez peor a nivel futbolístico, sino que además le agregó un condimento que hasta este momento dejaba un gusto amargo, pero no invasivo: falta total y absoluta de rebeldía. Premio merecido para el rival, que sí supo cómo se juegan esta clase de partidos. Y así fue nomas, el héroe fue otro, y nuestro DT se fue por la misma puerta por la que vino, la de atrás.Hace rato desde este humilde lugar se viene destacando la falta de regularidad, sumada a los constantes errores del ahora ex técnico Rojo: malos cambios, planteos difíciles de comprender y armado de banco digno del amateurismo. En esta oportunidad, Almirón consagró su magro paso por la institución con sólo 2 hombres de ataque sentados a su lado, como si el equipo fuese una máquina de hacer goles y no hiciera falta tener recambio (pobre, se sabe, pero recambio al fin). Albertengo pululando por el frente de ataque sin compañía y haciendo lo posible por generar algo de riesgo para el arco de Saja, Pisano decidiendo mal qué hacer con la pelota, Mancuello con destellos de su calidad y también de los que lo mandaron a Belgrano…así, no. Imposible ganar un clásico demostrando semejante tibieza.Es cierto, Racing no juega a nada, pero supo complementar esa falencia con un ingrediente indispensable: carácter. Seguramente quienes lean estas líneas habrán puteado a Videla, a Grimi o hasta al propio Bou por ciertas ‘faltas’ cometidas a lo largo de los 90 minutos. Y no, señores, no fueron faltas, fueron muestras de criterio sobre cómo se ganan esta clase de encuentros. Si venís mal, con 6 partidos sin ganar, tenés que correr el doble. Es el clásico, estás en Independiente, contra Racing y en su cancha…tantos eran los motivos para dejar la vida y sin embargo estos jugadores no supieron ser. Así como lo leen. Este plantel tiene la tendencia a ser ofensivo, a querer tratar bien el balón, pero les falta ese valor intrínseco en cada uno de ellos de saber qué hacer cuando el nivel de juego no es el buscado. Se nublan, se pierden, se fastidian…se le queman los papeles. Así, partido tras partido, pero con la salvedad de que éste era el que había que ganar como sea. Nunca supieron eso y/o nunca se lo hicieron saber.Ahora es momento de un nuevo entrenador, con un nuevo proyecto y una energía renovada. Soy partidario de la paciencia y de dejar trabajar al DT, pero lamentablemente el ciclo de Almirón hacía rato tenía fecha de vencimiento y el olor ya estaba contaminando el ambiente. Y ni hablar que la cantidad de jugadores promovidos desde las inferiores de Independiente durante su gestión fue nada más y nada menos que 0 (cero). Proyecto? Proyecto es saber que si te falla un refuerzo, como técnico fuiste lo suficientemente astuto como para tener un pibe pisándole los talones al titular, con hambre de gloria y ganas de llegar a primera. Es que aún resignando calidad innata, un juvenil tiene ansias y puede suplir tranquilamente esa deficiencia con corazón y sacrificio, cosa que muchos de los jugadores ‘estrella’ no tienen. Y tengo bien claro que las divisiones rojas hace rato que vienen siendo devastadas, pero les puedo asegurar que con un poquito de amor propio, a varios de esos chicos que saben lo que es pasarla mal les alcanzaba para ser, al menos, dignos en un clásico.
Saludos a todos!
Fuente: www.elrojoesmipasion.com/independiente/2015-05/por-la-puerta-de-atras
Para describir un final al estilo Hollywood, el partido del domingo sería un momento sublime dentro del relato. Independiente demostró no sólo estar cada vez peor a nivel futbolístico, sino que además le agregó un condimento que hasta este momento dejaba un gusto amargo, pero no invasivo: falta total y absoluta de rebeldía. Premio merecido para el rival, que sí supo cómo se juegan esta clase de partidos. Y así fue nomas, el héroe fue otro, y nuestro DT se fue por la misma puerta por la que vino, la de atrás.Hace rato desde este humilde lugar se viene destacando la falta de regularidad, sumada a los constantes errores del ahora ex técnico Rojo: malos cambios, planteos difíciles de comprender y armado de banco digno del amateurismo. En esta oportunidad, Almirón consagró su magro paso por la institución con sólo 2 hombres de ataque sentados a su lado, como si el equipo fuese una máquina de hacer goles y no hiciera falta tener recambio (pobre, se sabe, pero recambio al fin). Albertengo pululando por el frente de ataque sin compañía y haciendo lo posible por generar algo de riesgo para el arco de Saja, Pisano decidiendo mal qué hacer con la pelota, Mancuello con destellos de su calidad y también de los que lo mandaron a Belgrano…así, no. Imposible ganar un clásico demostrando semejante tibieza.Es cierto, Racing no juega a nada, pero supo complementar esa falencia con un ingrediente indispensable: carácter. Seguramente quienes lean estas líneas habrán puteado a Videla, a Grimi o hasta al propio Bou por ciertas ‘faltas’ cometidas a lo largo de los 90 minutos. Y no, señores, no fueron faltas, fueron muestras de criterio sobre cómo se ganan esta clase de encuentros. Si venís mal, con 6 partidos sin ganar, tenés que correr el doble. Es el clásico, estás en Independiente, contra Racing y en su cancha…tantos eran los motivos para dejar la vida y sin embargo estos jugadores no supieron ser. Así como lo leen. Este plantel tiene la tendencia a ser ofensivo, a querer tratar bien el balón, pero les falta ese valor intrínseco en cada uno de ellos de saber qué hacer cuando el nivel de juego no es el buscado. Se nublan, se pierden, se fastidian…se le queman los papeles. Así, partido tras partido, pero con la salvedad de que éste era el que había que ganar como sea. Nunca supieron eso y/o nunca se lo hicieron saber.Ahora es momento de un nuevo entrenador, con un nuevo proyecto y una energía renovada. Soy partidario de la paciencia y de dejar trabajar al DT, pero lamentablemente el ciclo de Almirón hacía rato tenía fecha de vencimiento y el olor ya estaba contaminando el ambiente. Y ni hablar que la cantidad de jugadores promovidos desde las inferiores de Independiente durante su gestión fue nada más y nada menos que 0 (cero). Proyecto? Proyecto es saber que si te falla un refuerzo, como técnico fuiste lo suficientemente astuto como para tener un pibe pisándole los talones al titular, con hambre de gloria y ganas de llegar a primera. Es que aún resignando calidad innata, un juvenil tiene ansias y puede suplir tranquilamente esa deficiencia con corazón y sacrificio, cosa que muchos de los jugadores ‘estrella’ no tienen. Y tengo bien claro que las divisiones rojas hace rato que vienen siendo devastadas, pero les puedo asegurar que con un poquito de amor propio, a varios de esos chicos que saben lo que es pasarla mal les alcanzaba para ser, al menos, dignos en un clásico.
Saludos a todos!
Fuente: www.elrojoesmipasion.com/independiente/2015-05/por-la-puerta-de-atras