Una mujer va a una tienda de animales a comprar un loro. El dueño de la tienda le ofrece un raro espécimen llamado Traca Traca, pero le advierte algo: "Cualquier cosa que usted diga después de decir Traca Traca, el loro se la devora."
La mujer compra al loro y lo lleva a su casa. No puede con su curiosidad y hace una prueba diciendo: "Traca Traca la galletita"; y el loro se come la galletita. Eso no hace más que aumentar la curiosidad de la mujer, quien luego dice: "Traca Traca la silla"; y el loro se come la silla. La mujer se emociona y empieza a nombrar diversas cosas: "Traca Traca la mesa; Traca Traca la heladera; Traca Traca la cama; Traca Traca la casa"; y el loro se come la mesa, la heladera, la cama e incluso la casa.
En eso llega el marido de la mujer y encuentra el desastre producto de todo lo que se devoró el loro. El hombre, enojadísimo, dice: "¡Pero qué carajo pasó acá!"; la mujer, tratando de explicar lo sucedido, le dice: "Lo que pasó fue que compré este loro llamado Traca Traca y..."; el marido la interrumpe exclamando: "¡Pero qué Traca Traca ni Traca Traca! ¡TRACA TRACA LAS PELOTAS!"