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CREAR TEMA

Martes 26/03/2019, 01:25:50
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A ver...Holan...yo no tengo altas exigencias sobre los técnicos. Sólo que no me gusta que el Club sea rehén de ningún DT.

Lo que planteo es sencillo: Holan logró en 2017 lo que hacía tiempo nadie hacía. Llegó, se elevó, subió...subió y explotó allá arriba, como una cañita voladora gigantesca, en una fiesta de luz, color y sonidos. Campeones y jugando bien!!!

Qué más pedir un hincha del Rojo? Espectacular.

Me pedís que reconozca lo que se hizo bien, y ya lo hice (repasá mis posts anteriores).

A partir de allí, tuvo la suerte del palito de toda cañita voladora luego de llegar a lo más alto y explotar bellamente: cae en picada, apagado y sin brillo, hasta convertirse en un pedazo de madera más, en medio de cualquier lado.

Y el fútbol de Holan empezó a decaer, a dejar de ser primero vistoso, y luego eficiente.

Es cierto, vendimos jugadores por bastante dinero y se desarmó el plantel. Plantel que NO había conformado Holan salvo el primer mercado de verano del 2017.

Que armó una buena banda que jugaban lindo, ninguna duda. Que luego llenó los espacios vacíos de los que se fueron con jugadores que en nada rindieron hasta el momento, también es cierto.

Y el equipo comenzó a tener errores de tipo variado, que se fueron reiterando y que cuando no eran en una línea eran en otra y cuando no en ambas y sinó en todas.

El equipo perdió dinámica, se hizo previsible, los jugadores perdieron compromiso, se perdió intensidad y la actitud pasó al olvido.

Lo que antes salía bien, ahora no sale y eso ya viene de lejos. Y el DT que de puro obcecado pretendió conformar el equipo con todas las "estrellas" que eligió, tratando de reemplazar los pilares del equipo con tipos que son grandes de edad, lentos, que se lesionan fácil y seguido, que no estaban jugando en todos los casos, que les costó y les cuesta entrar en ritmo de competencia y todo eso se paga.

Y los errores que marqué al principio, se hicieron evidentes, como la desconexión entre líneas y como las desatenciones individuales y la disminución en los rendimientos personales, repercutiendo en el funcionamiento de todo el equipo.

La irregularidad se apoderó de nuestro Independiente y lo que se había transformado en un principio en materia de alabanzas, pasó a ser motivos de críticas: muchas ciertas, otras excesivas, algunas malintencionadas, pero la mayoría basadas en las irregulares y apáticas performances del equipo en los partidos, matizadas por alguno que otro más aceptable.

Y como esto es fútbol y las competencias se realizan para que haya un ganador, y el ganador es quien supera a todos los demás en función de los resultados obtenidos en la cancha, el trabajo de los jugadores y del equipo se considera satisfactorio o no dependiendo de los logros obtenidos y de los objetivos alcanzados.

A cualquier hincha de un equipo grande le pueden preguntar si desea que su equipo juegue bien, y responderá que sí. Le preguntan al mismo si quiere ver campeón a su equipo jugando bien, y dirá que sí, obviamente. Pero si juega bien y año tras año no sale campeón, va a llegar un momento en que el hincha va a desear que su equipo salga campeón jugando como sea, pero que salga campeón.

Y eso es lo que quiere cualquier hincha de fútbol: ganar, que su equipo gane. Si es jugando bien, mejor.

Ahora pasemos a Holan: llegó a jugar bien y salir campeón con un plantel que prácticamente no armó. Y cuando empieza a trabajar con "su" plantel, empezamos a ver que la cosa empieza a resquebrajarse, ya no hay calidad, empiezan los errores, los resultados adversos en cuanto al juego se reiteran y eso lleva a que los resultados en los marcadores distan de ser los esperados.

Los objetivos empiezan a quedar atrás sin ser alcanzados, empezamos a descender en la consideración del periodismo especializado (que cuando tuvo que alabar a Holan y al Rojo lo hizo) y en la gente del mundo Rojo ya la cosa no es como era antes, cuando el crédito era cuasi ilimitado porque el equipo mostraba en la cancha un rendimiento que movía al aplauso cuando se jugaba bien, y a la paciencia cuando se jugaba no tan bien o decididamente mal.

Y cuando la cosa no viene bien, uno empieza a fijarse en porqué la cosa no viene bien. Y detecta errores que se repiten y nos cuestan partidos: que los tiros libres, que los corners, que los laterales, que la media distancia, que la falta de marca, que el retroceso deficiente, que se cabecea poco y mal, que se erran hasta los penales, que hay expulsados en demasía, que la condición física ha decaído, que hay proliferación de lesionados...

Y se encuentra que a cada error se responde con una excusa a la medida de las necesidades. Y se pasa a cuestionar el trabajo realizado, o más bien, que el resultado de ese trabajo no se ve reflejado en los momentos en que hace falta: en los partidos.

Por supuesto que de la noche a la mañana no nos convertimos en un esperpento futbolístico, y entonces alcanzamos a ver pasajes de un mejor fútbol en algunos lapsos de algunos partidos, pero eso no alcanza para demostrar ni que el DT le encontró la vuelta a los problemas del equipo, ni que los jugadores han corregido las deficiencias individuales ni grupales. Tan sólo demuestra que los 11 jugadores no pueden haberse olvidado de jugar al fútbol ni haber perdido el talento que ya han demostrado, todos al mismo tiempo.

Y lo que queda en claro es que el DT y sus colaboradores han dejado que los errores se acumulen de tal manera que parece que fuera imposible encarrilar el tren nuevamente con los mismos jugadores que conforman el plantel actual.

Y reitero lo que dije en un post anterior: no considero ni que los jugadores del plantel sean unos burros ni que Holan sea un inútil. Tan sólo considero que la "comunión" (de expectativas, de futuro, de logros conjuntos, espiritual o de esperanzas compartidas o como la quieran llamar) que había, ya no la hay.

Pero no por eso pasamos a ser una vergüenza del fútbol nacional ni unos energúmenos que no podemos considerar mantener un proyecto futbolístico.

Tan sólo me parece que el futuro de ese proyecto puede no tenerlo a Holan como la cara visible o el capitán del barco.

Después de todo, el proyecto futbolístico es para el crecimiento de Independiente, no de Holan.

Y Holan no es el único DT del planeta que pueda idear un proyecto futbolístico institucional.

Yo creo que tranquilamente se puede, a la hora de buscar un DT, especificar que EL CLUB es quien tiene un proyecto para llevar adelante y se busca un DT para insertarlo en él, y no contratar un DT que venga con una idea de proyecto que al irse por el motivo que sea, se lo lleve y nos quedemos sin DT, sin proyecto y miràndonos las caras sin saber para dónde disparar.

Hay que tener cuidado de no volvernos rehenes de un DT, que se crea dueño del futuro del Club, que existió antes de él y seguirá existiendo aún sin él.
No time for losers 'Cause we are the champions