Domingo 22/09/2019, 16:19:03
Carta abierta a S. Bkcc
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Señor Bkcc, le escribe un hincha de Independiente que empezó a sentir la pasión por estos colores cuando tenía 4 años y desde entonces ya lleva 58 más amando a este club y a su rica historia.
No soy de esos a los que he bautizado puteadores compulsivos, que solo van a la cancha a sacarse la frustración de sus vidas privadas. Y tampoco soy foca, detesto a los que aplauden por aplaudir aunque lo que están viendo sea espantoso. Le doy estos datos para que comprenda de entrada que soy una persona ecuánime en mis apreciaciones.He visto a Independiente dirigido por técnicos de la talla de Giudice, Brandao y Pastoriza, por citar sólo algunos, y si hay algo que caracterizaba a todos ellos, era que a pesar de su grandeza mantenían la humildad.
Yo lo he bancado hasta el partido de ayer, porque usted es joven, tiene derecho a tomarse su tiempo para armar su proyecto y porque considero que a todos los técnicos y jugadores hay que darles un crédito y apoyarlos, porque nadie rinde bien cuándo es silbado.
Pero después de sus declaraciones al finalizar el partido, debo decirle que usted ha perdido todo crédito para mi.
Decir que jugamos bien, cuando la figura fue nuestro arquero (de cuyas declaraciones usted debería aprender), cuando el golazo que todos apreciamos fue el resultado de una jugada casi absolutamente individual y de otro partido, cuando terminamos defendiéndonos como un equipo chico, y encima afirmar que Independiente no ganaba en esa cancha desde hace 10 años, desprestigiando a todos sus colegas que lo precedieron, sumando a eso el tono arrogante en el que usted se expresó, lo revelan como un agrandado carente de la humildad necesaria que todo profesional necesita para aprender de sus errores y crecer.
Como buen hincha de Independiente, siempre le voy a desear lo mejor a los técnicos de mi equipo, pero lamento vaticinarle que si usted no cambia el tono de la arrogancia, por la sabiduría de la humildad, le veo poco futuro en esta gloriosa Institución.Cambie a tiempo señor, por el bien de independiente y por el suyo propio. Y como usted mismo dijo, tome esto como el consejo de un padre que le marca el camino.
No soy de esos a los que he bautizado puteadores compulsivos, que solo van a la cancha a sacarse la frustración de sus vidas privadas. Y tampoco soy foca, detesto a los que aplauden por aplaudir aunque lo que están viendo sea espantoso. Le doy estos datos para que comprenda de entrada que soy una persona ecuánime en mis apreciaciones.He visto a Independiente dirigido por técnicos de la talla de Giudice, Brandao y Pastoriza, por citar sólo algunos, y si hay algo que caracterizaba a todos ellos, era que a pesar de su grandeza mantenían la humildad.
Yo lo he bancado hasta el partido de ayer, porque usted es joven, tiene derecho a tomarse su tiempo para armar su proyecto y porque considero que a todos los técnicos y jugadores hay que darles un crédito y apoyarlos, porque nadie rinde bien cuándo es silbado.
Pero después de sus declaraciones al finalizar el partido, debo decirle que usted ha perdido todo crédito para mi.
Decir que jugamos bien, cuando la figura fue nuestro arquero (de cuyas declaraciones usted debería aprender), cuando el golazo que todos apreciamos fue el resultado de una jugada casi absolutamente individual y de otro partido, cuando terminamos defendiéndonos como un equipo chico, y encima afirmar que Independiente no ganaba en esa cancha desde hace 10 años, desprestigiando a todos sus colegas que lo precedieron, sumando a eso el tono arrogante en el que usted se expresó, lo revelan como un agrandado carente de la humildad necesaria que todo profesional necesita para aprender de sus errores y crecer.
Como buen hincha de Independiente, siempre le voy a desear lo mejor a los técnicos de mi equipo, pero lamento vaticinarle que si usted no cambia el tono de la arrogancia, por la sabiduría de la humildad, le veo poco futuro en esta gloriosa Institución.Cambie a tiempo señor, por el bien de independiente y por el suyo propio. Y como usted mismo dijo, tome esto como el consejo de un padre que le marca el camino.