Ingresar
Buscar
INICIO
Foros más comentados

CREAR TEMA

Miércoles 24/04/2019, 10:18:35
Bufarini tb es del gremio de Moyano
  • 0
    Seguidores
  • 21
    Comentarios
  • 10
    Me gusta
  • 5529
    Vistas
437 Posts - 259 Puntos

Nota de infobae de hoy.

[b]De hacer un gol clave en la última Libertadores de Independiente a manejar camiones: Sergio Bufarini, el hombre que supo ser héroe
[/b]
Sergio Bufarini, autor del gol clave ante Olimpia de Paraguay en 1984 "De vez en cuando la vida toma conmigo café. Y está tan bonita que, da
gusto verla. Se suelta el pelo y me invita, a salir con ella a escena".
Joan Manuel Serrat escribió estos versos para que cada uno los ajustara a
esos momentos en que la existencia parece ideal, sin zonas oscuras.
Instantes donde rogamos que el universo archive su giro natural y se
pose en un eterno presente. En la noche del martes 24 de abril de 1984, la vida le tendió la mano y lo invitó a salir con ella a escena a Sergio Bufarini. Era un joven de apenas 20 años que estaba disputando uno de sus primeros partidos en Independiente. Pero aquel no era uno más. El Rojo debía ganarle a Olimpia de Paraguay en Avellaneda para seguir en la Copa Libertadores. Iban 15 minutos del segundo tiempo cuando escuchó la voz firme y segura del Pato Pastoriza indicándole que se preparara para ingresar: "En un momento el Pato me llamó y me dijo: "Mirá que no nos quedan muchos minutos. Hay que correr". El partido contra los paraguayos era durísimo y me tuve que bancar a
unos centrales tremendos. Por suerte empató Burruchaga de penal contra
un excelente arquero como Almeida, que era el de la selección. En la
cancha se sentía que faltaba poco". Tan poco que muchos hinchas casi no querían ni mirar lo que pasaba en el glorioso césped de la Doble Visera. Prácticamente no quedaba espacio para nada, sólo para que un genio haga el milagro: "Vino esa jugada increíble de Barberón. Todavía no puedo entender como corrió tanto en el minuto 89. Vi cómo arrancaba en la posición de lateral derecho, se la dio al Bocha en el círculo central y siguió picando. El maestro le puso un pase milimétrico. Barberón superó al lateral y la mandó al medio. Yo lo único que tuve
que hacer fue ganarle la posición al central y empujarla. Levanté los brazos queriendo abrazar a la gente. Se me pone la piel de gallina". Hace un silencio y lentamente descorre la manga izquierda de su camisa
para que podamos dar fe de sus palabras. Toma un respiro para continuar
la evocación: "En el momento no te das cuenta de la trascendencia, que
es cada vez mayor a medida que pasa el tiempo. Sí tenía claro que habíamos ganado por ese gol un partido importante y que si no, nos hubiésemos quedado afuera. Pero yo lo único que quería era jugar. Era un pibe con enormes ganas de jugar". “Tenía claro que habíamos ganado por ese gol un partido importante” El asedio clásico de la prensa en un vestuario rebosante de felicidad.
Habitual para aquellas noches de copa de Independiente, pero inaudito
para un chico que recién daba sus primeros pasos. Y al día siguiente
sucedió un hecho inesperado: "Terminó el partido y como dos días después
enfrentábamos a Ferro por el Nacional, quedamos concentrados. El lugar
era el Palace Hotel de Constitución y estando en la habitación me pasaron un llamado. Era de la producción del Rapidísimo, el programa más escuchado de la radio, para hablar en vivo nada menos
que con Héctor Larrea. Hicimos la nota y en cuanto pude le mandé un
telegrama a mi vieja en Córdoba diciéndole que había hablado con Larrea
por la radio. ¡Imaginá la emoción de mi familia en Córdoba!". Aquel gol lindante con la agonía le dio continuidad como titular en la
segunda fase de Copa Libertadores, grupo que Independiente compartió con
Nacional de Montevideo y Universidad Católica de Chile. Tras igualar
ambos cotejos como visitante, llegaba el turno de ser locales. El
primero fue frente a los trasandinos: "Era un día de junio de intenso
frío y mucha lluvia. Tanta que se pensó hasta último momento en postergarlo. Empezó más tarde de lo previsto porque estaban esperando al Presidente de la Nación. Estábamos en el vestuario y vino Raúl Alfonsín, que era hincha de Independiente. Enseguida fui a saludarlo y tengo un gran recuerdo de él. Luego salió
al campo de juego, que estaba imposible por el barro y dio el puntapié
inicial. Ganamos 2-0 y yo metí el primer gol". Independiente avanzó a la final donde lo esperaba Gremio de Porto
Alegre, el campeón defensor. El cotejo de ida fue en Brasil, donde el
cuadro argentino dio una de las mayores exhibiciones de la historia de
la competencia: "Fue una noche maravillosa, donde nos salió todo lo que
intentamos y merecimos más que el 1-0. El Pato me mandó a marcar la salida de Hugo de León, el segundo central y caudillo de
ellos, para que no le pegara largo, algo que hacía muy bien. Cuando
terminó el partido, nos aplaudió todo el estadio. La revancha sabíamos
que iba a ser difícil y sentíamos los nervios de estar tan cerca de ser
campeones. Antes del partido, Pastoriza nos reunió y dijo: [b]"Muchachos, del segundo nadie se acuerda. Esto de hoy va a ser para siempre. Si lo
logramos, cada vez que digan Independiente 1984, los van a nombrar a
ustedes"[/b]. Y tenía razón. Lo que nadie hubiese imaginado que esa iba a ser, hasta hoy, la última del rojo". Luego de la consagración era el momento de retornar al pueblo, a su
querida tierra cordobesa de La Carlota: "Volvíamos con mi papá y mi mamá
en el auto desde Buenos Aires. Llegando al cruce de la entrada a la
ciudad vimos a los bomberos. Entonces yo digo: "Uy, que lástima, seguro
hubo un accidente". Cuando estamos bien cerca, veo a mis hermanos
parados allí. Mis viejos sabían y no me habían dicho nada. Hice los dos kilómetros hasta el centro en la autobomba con la caravana de autos y los vecinos a pie acompañándome. Hermoso recuerdo. A los pocos días, estando en mi casa, vino el
diariero de toda la vida a buscarme: "Vení que saliste en la tapa de El
Gráfico". Lo miré con desconfianza: "¿Yo en la tapa de El Gráfico con las figuras que hay?". No lo podía entender. Lo acompañé hasta el
kiosko y cuando vi la revista me quería morir. Estaba ahí, junto a Bochini levantando la Copa Libertadores. En una hora se agotaron todos y me quedé allí firmándoles los ejemplares a los vecinos". La tapa de El Gráfico que compartió con Bochini Sin embargo, la alegría no pudo ser completa en aquel 1984 para Bufarini, ya que no estuvo presente en la histórica consagración
en Tokio frente a Liverpool por la Copa Intercontinental: "Para octubre
me fui con la selección sub 20 de gira a Singapur con Carlos Pachamé
como entrenador. Cuando volví, el Pato había tomado la decisión de no llevarme a Tokio. Lloré un montón, me dolió, pero lo entendí. Equivocado no estaba: fue Percudani e hizo el gol del triunfo". Un origen humilde, con el fútbol como esparcimiento. Las ganas de
crecer, de poder hacer goles más allá de las fronteras del pueblo con
Leopoldo Luque como ídolo. "Un día llegó Independiente a mi ciudad con
un equipo de inferiores a jugar ahí con Nito Veiga como técnico. Yo
tenía 15 años y ya jugaba en la primera local con gente de mucha más
edad. Tuve la suerte de andar bien, que a Nito le gustara para que
recomendara y me vine para Buenos Aires". "Compartí la pensión con grandes amigos: Sergio Merlini, José Percudani, la Vieja Reinoso y Pedro Monzón. Eran tiempos bravos. Nos levantábamos temprano, tomábamos el colectivo y
como casi nunca nos alcanzaba, sacábamos el mínimo. El chofer lo sabía y
entonces al llegar a un punto gritaba: "Los que subieron en Mitre y
Vedia, bajarse acá". Y desde allí teníamos que hacer 10 o 15 cuadras
caminando. No la pasábamos bien porque la comida era bastante fulera y a veces teníamos hambre, pero era lo que había y eso nos hizo más fuertes, tener más ganas y
poder llegar a primera. Fue fundamental tener buenos entrenadores como
Osvaldo Mura, Rubén Hacha Brava Navarro y Nito Veiga, por supuesto, un gran formador que le gustaba que sus equipos desplegaran
buen fútbol. También rescato sus consejos a los que nosotros le hicimos
caso siempre". El sueño del pibe ahí, al alcance de esa mano que apretaba en su puño
un universo de ilusiones. "El momento de comenzar a entrenar con la
primera fue increíble, porque era un plantel repleto de figuras.
Cirrincione y Adorno, que eran los ayudantes de Pastoriza, miraban mucho
la reserva, entonces nos conocían bien. La gran prueba era los jueves,
en la práctica de fútbol contra los titulares. Se me hacía un poquito fácil jugar con semejantes monstruos como Bochini, Marangoni o Burruchaga (risas). También eran hombres de enorme personalidad. Cuando perdíamos un
partido o no jugábamos bien, imaginate lo que era el vestuario el martes
siguiente… Venían Trossero o Villaverde y ya con la mirada te expresaban todo. O se acercaban y te decían: "¿Pibe, porqué no corrés? Mirá que los domingos nos jugamos la plata de todos, eh!". Play El gol de Bufarini a Olimpia en 1984 Como para la mayoría de aquellos pibes, la presencia de José Omar Pastoriza fue decisiva: "El Pato era único, te hacía sentir que vos eras el mejor. Si veía que metías,
que ponías voluntad, te apoyaba a muerte. Te daba mucha confianza con
frases como: "Pibe, sabés la cantidad de goles que vas a hacer" o "En la práctica encaralo al Hugo (Villaverde) o al Enzo (Trossero)". Nos quería atrevidos a los pibes". Su historia con la primera de Independiente que nació como una pasión
eterna, fue apenas un amor de temporada: "Era un pibe del interior en
una pensión sin representante ni nadie que me aconsejara. A principios
del '85 se fue el Pato y llegó Ferreiro. Enseguida me di cuenta que no me quería y entonces me fui a Platense. Cuando regresó Pastoriza, me llevó de vuelta (1986), pero a mitad de ese año ya me quise ir. Errores que se cometen por la inexperiencia". Fue mudando sus goles por Temperley, Instituto y Deportivo Armenio
hasta hacerlos cruzar la cordillera en Deportes Concepción, Huachipato y
O'Higgins, donde aún hoy es bien recordado. La actualidad lo encuentra lejos del fútbol a Sergio Bufarini: "Desde
hace 12 o 13 años estoy trabajando en el Ministerio de Desarrollo Social
como administrativo, algo que me gusta. Al principio no quería hablar de fútbol. Incluso una vez me preguntaron si era algo del Bufarini que había jugado en Independiente y no dije nada (risas), hasta que con el tiempo lo tuve que blanquear. También tengo tres
camiones chicos que ayudan en el día a día. Hacemos de todo, repartos,
distribución, etc. Me levanto a las cinco y media y me subo a uno de
ellos hasta el mediodía cuando me vengo para la oficina en el centro.
Con estos trabajos estoy bien. A la cancha hace mucho que no voy,
incluso veo poco por televisión a Independiente". El rostro le cambia cuando menciona a su familia, un verdadero puntal
de su vida: "Con ellos paso mis mejores momentos y soy feliz. Mi esposa
Alejandra y mis hijos Brian y Ayelén. Como suele ocurrir con los ex
jugadores, a mi hijo no le gusta el fútbol (risas). Él es fanático de
los autos, nada que ver con la pelota". A la hora del saludo que sella la despedida, nos cuenta de su alegría
al ser reconocido. Sin saber que es a la inversa, que son muchos los
hinchas de Independiente que le agradecen por aquella noche. Porque sin Bufarini, quizás, no hubiese habido una copa más en la repleta vitrina roja de Avellaneda. “Tengo tres camiones. Me levanto a las 5 y media y me subo a uno de ellos hasta el mediodía”
Miércoles 24/04/2019, 10:38:50
9037 Posts - 2447 Puntos
antes de que haga cómo el Gallego González que sale a manguear publicamente a que San Lorenzo le de guita o un trabajo, prefiero mil veces lo que hace Bufarini, es muchísimo mas noble!!



Gonzalez: "Mi mujer trabaja 10 horas diarias por día para llenar la heladera" por si alguien quiere leer..
No confíes en las personas cuyos sentimientos cambian con el tiempo. Confía en las personas cuyos sentimientos siguen siendo los mismos, incluso cuando el tiempo cambie.           Vivimos entrenando para hacer dinero.. estudiando, cosas que aveces ni siquiera queremos, esculpiendo nuestros cuerpos para estar buenas y buenos pues sabemos que para ver corazones todos son ciegos.. el orgullo y el ego, hablando de felicidad sin siquiera saber lo que queremos.. Todos quieren la jeva mas buena, camioneta nueva, pero ¿¿Y la felicidad que?? 
Miércoles 24/04/2019, 11:14:09
1736 Posts - 176 Puntos
Linda nota. No me parece que lo relevante sea que tiene 3 camioncitos,
Miércoles 24/04/2019, 11:25:53
3653 Posts - 714 Puntos
Escrito por edudany


Nota de infobae de hoy.

[b]De hacer un gol clave en la última Libertadores de Independiente a manejar camiones: Sergio Bufarini, el hombre que supo ser héroe
[/b]
Sergio Bufarini, autor del gol clave ante Olimpia de Paraguay en 1984 "De vez en cuando la vida toma conmigo café. Y está tan bonita que, da
gusto verla. Se suelta el pelo y me invita, a salir con ella a escena".
Joan Manuel Serrat escribió estos versos para que cada uno los ajustara a
esos momentos en que la existencia parece ideal, sin zonas oscuras.
Instantes donde rogamos que el universo archive su giro natural y se
pose en un eterno presente. En la noche del martes 24 de abril de 1984, la vida le tendió la mano y lo invitó a salir con ella a escena a Sergio Bufarini. Era un joven de apenas 20 años que estaba disputando uno de sus primeros partidos en Independiente. Pero aquel no era uno más. El Rojo debía ganarle a Olimpia de Paraguay en Avellaneda para seguir en la Copa Libertadores. Iban 15 minutos del segundo tiempo cuando escuchó la voz firme y segura del Pato Pastoriza indicándole que se preparara para ingresar: "En un momento el Pato me llamó y me dijo: "Mirá que no nos quedan muchos minutos. Hay que correr". El partido contra los paraguayos era durísimo y me tuve que bancar a
unos centrales tremendos. Por suerte empató Burruchaga de penal contra
un excelente arquero como Almeida, que era el de la selección. En la
cancha se sentía que faltaba poco". Tan poco que muchos hinchas casi no querían ni mirar lo que pasaba en el glorioso césped de la Doble Visera. Prácticamente no quedaba espacio para nada, sólo para que un genio haga el milagro: "Vino esa jugada increíble de Barberón. Todavía no puedo entender como corrió tanto en el minuto 89. Vi cómo arrancaba en la posición de lateral derecho, se la dio al Bocha en el círculo central y siguió picando. El maestro le puso un pase milimétrico. Barberón superó al lateral y la mandó al medio. Yo lo único que tuve
que hacer fue ganarle la posición al central y empujarla. Levanté los brazos queriendo abrazar a la gente. Se me pone la piel de gallina". Hace un silencio y lentamente descorre la manga izquierda de su camisa
para que podamos dar fe de sus palabras. Toma un respiro para continuar
la evocación: "En el momento no te das cuenta de la trascendencia, que
es cada vez mayor a medida que pasa el tiempo. Sí tenía claro que habíamos ganado por ese gol un partido importante y que si no, nos hubiésemos quedado afuera. Pero yo lo único que quería era jugar. Era un pibe con enormes ganas de jugar". “Tenía claro que habíamos ganado por ese gol un partido importante” El asedio clásico de la prensa en un vestuario rebosante de felicidad.
Habitual para aquellas noches de copa de Independiente, pero inaudito
para un chico que recién daba sus primeros pasos. Y al día siguiente
sucedió un hecho inesperado: "Terminó el partido y como dos días después
enfrentábamos a Ferro por el Nacional, quedamos concentrados. El lugar
era el Palace Hotel de Constitución y estando en la habitación me pasaron un llamado. Era de la producción del Rapidísimo, el programa más escuchado de la radio, para hablar en vivo nada menos
que con Héctor Larrea. Hicimos la nota y en cuanto pude le mandé un
telegrama a mi vieja en Córdoba diciéndole que había hablado con Larrea
por la radio. ¡Imaginá la emoción de mi familia en Córdoba!". Aquel gol lindante con la agonía le dio continuidad como titular en la
segunda fase de Copa Libertadores, grupo que Independiente compartió con
Nacional de Montevideo y Universidad Católica de Chile. Tras igualar
ambos cotejos como visitante, llegaba el turno de ser locales. El
primero fue frente a los trasandinos: "Era un día de junio de intenso
frío y mucha lluvia. Tanta que se pensó hasta último momento en postergarlo. Empezó más tarde de lo previsto porque estaban esperando al Presidente de la Nación. Estábamos en el vestuario y vino Raúl Alfonsín, que era hincha de Independiente. Enseguida fui a saludarlo y tengo un gran recuerdo de él. Luego salió
al campo de juego, que estaba imposible por el barro y dio el puntapié
inicial. Ganamos 2-0 y yo metí el primer gol". Independiente avanzó a la final donde lo esperaba Gremio de Porto
Alegre, el campeón defensor. El cotejo de ida fue en Brasil, donde el
cuadro argentino dio una de las mayores exhibiciones de la historia de
la competencia: "Fue una noche maravillosa, donde nos salió todo lo que
intentamos y merecimos más que el 1-0. El Pato me mandó a marcar la salida de Hugo de León, el segundo central y caudillo de
ellos, para que no le pegara largo, algo que hacía muy bien. Cuando
terminó el partido, nos aplaudió todo el estadio. La revancha sabíamos
que iba a ser difícil y sentíamos los nervios de estar tan cerca de ser
campeones. Antes del partido, Pastoriza nos reunió y dijo: [b]"Muchachos, del segundo nadie se acuerda. Esto de hoy va a ser para siempre. Si lo
logramos, cada vez que digan Independiente 1984, los van a nombrar a
ustedes"[/b]. Y tenía razón. Lo que nadie hubiese imaginado que esa iba a ser, hasta hoy, la última del rojo". Luego de la consagración era el momento de retornar al pueblo, a su
querida tierra cordobesa de La Carlota: "Volvíamos con mi papá y mi mamá
en el auto desde Buenos Aires. Llegando al cruce de la entrada a la
ciudad vimos a los bomberos. Entonces yo digo: "Uy, que lástima, seguro
hubo un accidente". Cuando estamos bien cerca, veo a mis hermanos
parados allí. Mis viejos sabían y no me habían dicho nada. Hice los dos kilómetros hasta el centro en la autobomba con la caravana de autos y los vecinos a pie acompañándome. Hermoso recuerdo. A los pocos días, estando en mi casa, vino el
diariero de toda la vida a buscarme: "Vení que saliste en la tapa de El
Gráfico". Lo miré con desconfianza: "¿Yo en la tapa de El Gráfico con las figuras que hay?". No lo podía entender. Lo acompañé hasta el
kiosko y cuando vi la revista me quería morir. Estaba ahí, junto a Bochini levantando la Copa Libertadores. En una hora se agotaron todos y me quedé allí firmándoles los ejemplares a los vecinos". La tapa de El Gráfico que compartió con Bochini Sin embargo, la alegría no pudo ser completa en aquel 1984 para Bufarini, ya que no estuvo presente en la histórica consagración
en Tokio frente a Liverpool por la Copa Intercontinental: "Para octubre
me fui con la selección sub 20 de gira a Singapur con Carlos Pachamé
como entrenador. Cuando volví, el Pato había tomado la decisión de no llevarme a Tokio. Lloré un montón, me dolió, pero lo entendí. Equivocado no estaba: fue Percudani e hizo el gol del triunfo". Un origen humilde, con el fútbol como esparcimiento. Las ganas de
crecer, de poder hacer goles más allá de las fronteras del pueblo con
Leopoldo Luque como ídolo. "Un día llegó Independiente a mi ciudad con
un equipo de inferiores a jugar ahí con Nito Veiga como técnico. Yo
tenía 15 años y ya jugaba en la primera local con gente de mucha más
edad. Tuve la suerte de andar bien, que a Nito le gustara para que
recomendara y me vine para Buenos Aires". "Compartí la pensión con grandes amigos: Sergio Merlini, José Percudani, la Vieja Reinoso y Pedro Monzón. Eran tiempos bravos. Nos levantábamos temprano, tomábamos el colectivo y
como casi nunca nos alcanzaba, sacábamos el mínimo. El chofer lo sabía y
entonces al llegar a un punto gritaba: "Los que subieron en Mitre y
Vedia, bajarse acá". Y desde allí teníamos que hacer 10 o 15 cuadras
caminando. No la pasábamos bien porque la comida era bastante fulera y a veces teníamos hambre, pero era lo que había y eso nos hizo más fuertes, tener más ganas y
poder llegar a primera. Fue fundamental tener buenos entrenadores como
Osvaldo Mura, Rubén Hacha Brava Navarro y Nito Veiga, por supuesto, un gran formador que le gustaba que sus equipos desplegaran
buen fútbol. También rescato sus consejos a los que nosotros le hicimos
caso siempre". El sueño del pibe ahí, al alcance de esa mano que apretaba en su puño
un universo de ilusiones. "El momento de comenzar a entrenar con la
primera fue increíble, porque era un plantel repleto de figuras.
Cirrincione y Adorno, que eran los ayudantes de Pastoriza, miraban mucho
la reserva, entonces nos conocían bien. La gran prueba era los jueves,
en la práctica de fútbol contra los titulares. Se me hacía un poquito fácil jugar con semejantes monstruos como Bochini, Marangoni o Burruchaga (risas). También eran hombres de enorme personalidad. Cuando perdíamos un
partido o no jugábamos bien, imaginate lo que era el vestuario el martes
siguiente… Venían Trossero o Villaverde y ya con la mirada te expresaban todo. O se acercaban y te decían: "¿Pibe, porqué no corrés? Mirá que los domingos nos jugamos la plata de todos, eh!". Play El gol de Bufarini a Olimpia en 1984 Como para la mayoría de aquellos pibes, la presencia de José Omar Pastoriza fue decisiva: "El Pato era único, te hacía sentir que vos eras el mejor. Si veía que metías,
que ponías voluntad, te apoyaba a muerte. Te daba mucha confianza con
frases como: "Pibe, sabés la cantidad de goles que vas a hacer" o "En la práctica encaralo al Hugo (Villaverde) o al Enzo (Trossero)". Nos quería atrevidos a los pibes". Su historia con la primera de Independiente que nació como una pasión
eterna, fue apenas un amor de temporada: "Era un pibe del interior en
una pensión sin representante ni nadie que me aconsejara. A principios
del '85 se fue el Pato y llegó Ferreiro. Enseguida me di cuenta que no me quería y entonces me fui a Platense. Cuando regresó Pastoriza, me llevó de vuelta (1986), pero a mitad de ese año ya me quise ir. Errores que se cometen por la inexperiencia". Fue mudando sus goles por Temperley, Instituto y Deportivo Armenio
hasta hacerlos cruzar la cordillera en Deportes Concepción, Huachipato y
O'Higgins, donde aún hoy es bien recordado. La actualidad lo encuentra lejos del fútbol a Sergio Bufarini: "Desde
hace 12 o 13 años estoy trabajando en el Ministerio de Desarrollo Social
como administrativo, algo que me gusta. Al principio no quería hablar de fútbol. Incluso una vez me preguntaron si era algo del Bufarini que había jugado en Independiente y no dije nada (risas), hasta que con el tiempo lo tuve que blanquear. También tengo tres
camiones chicos que ayudan en el día a día. Hacemos de todo, repartos,
distribución, etc. Me levanto a las cinco y media y me subo a uno de
ellos hasta el mediodía cuando me vengo para la oficina en el centro.
Con estos trabajos estoy bien. A la cancha hace mucho que no voy,
incluso veo poco por televisión a Independiente". El rostro le cambia cuando menciona a su familia, un verdadero puntal
de su vida: "Con ellos paso mis mejores momentos y soy feliz. Mi esposa
Alejandra y mis hijos Brian y Ayelén. Como suele ocurrir con los ex
jugadores, a mi hijo no le gusta el fútbol (risas). Él es fanático de
los autos, nada que ver con la pelota". A la hora del saludo que sella la despedida, nos cuenta de su alegría
al ser reconocido. Sin saber que es a la inversa, que son muchos los
hinchas de Independiente que le agradecen por aquella noche. Porque sin Bufarini, quizás, no hubiese habido una copa más en la repleta vitrina roja de Avellaneda. “Tengo tres camiones. Me levanto a las 5 y media y me subo a uno de ellos hasta el mediodía”
Me hciiste llorar! van puntines
Miércoles 24/04/2019, 11:31:10
3073 Posts - 866 Puntos
Escrito por elcolo666

Me hciiste llorar! van puntines
toda la nota tenias que citar para esa pelotudes?
Miércoles 24/04/2019, 11:47:05
474 Posts - 131 Puntos
Estaría bueno un programa a nivel institucional para capacitar a los futbolistas importantes del club para que después se reinserten a lo laboral tanto en areas administrativas o tecnicas. Como una opción para quienes se retiran y quizas no hayan hecho "la diferencia económica". Tambien cobertura médica y obra social. Que además serían buenos desarrollos para la cartera de negocios extra-deportiva.
Miércoles 24/04/2019, 11:48:25
1614 Posts - 571 Puntos
La noche del partido con Olimpia estuve en la cancha, llegamos con mi viejo y mi hermano mayor una hora antes y había 2 cuadras de cola para sacar entradas, conseguimos para la tribuna visitante (estaba llena de paraguayos y vendían chipá, algo que no conocía hasta ese día) y entramos un minuto después del primer gol del partido de Marangoni, que fue antes de los 2 minutos de juego. Ese gol que hizo de arremetida después de la corrida de Barberón y el pase del Bocha fue una de las mejores cosas que me pasaron en una cancha de fútbol, gracias Bufarini por esa alegría!.
Sera siempre INDEPENDIENTE, el orgullo nacional!!.
Miércoles 24/04/2019, 11:50:55
6303 Posts - 1328 Puntos
Escrito por kamikaze76

Linda nota. No me parece que lo relevante sea que tiene 3 camioncitos,
No,para nada, es el típico titular "gancho" que usa ese diario para captar la atención
Después lees la nota, y suele ser irrelevante
Aplausos para Bufarini!!!!
Brindo por la octava!!!
Miércoles 24/04/2019, 11:53:21
6303 Posts - 1328 Puntos
Escrito por diegopablos

La noche del partido con Olimpia estuve en la cancha, llegamos con mi viejo y mi hermano mayor una hora antes y había 2 cuadras de cola para sacar entradas, conseguimos para la tribuna visitante (estaba llena de paraguayos y vendían chipá, algo que no conocía hasta ese día) y entramos un minuto después del primer gol del partido de Marangoni, que fue antes de los 2 minutos de juego. Ese gol que hizo de arremetida después de la corrida de Barberón y el pase del Bocha fue una de las mejores cosas que me pasaron en una cancha de fútbol, gracias Bufarini por esa alegría!.
Tremenda la corrida de Barberón desde posición de 4 a posición de 11...
Ahora, el pase del Bocha es sublime!!!!

PD: Cuánto costaría hoy en día un Bochini???!!!!!!!!!!
Brindo por la octava!!!
Miércoles 24/04/2019, 13:15:08
23199 Posts - 888 Puntos
somos dos los que lloramos. Puto el que llora!!!
Miércoles 24/04/2019, 13:17:54
11944 Posts - 3226 Puntos
y...encima de que antes los jugadores no ganaban tanta guita facil como hoy ..muchos no supieron invertir o ahorrar ... Reggiardo, goleador de nuestro campeonato 88/89 hoy está manejando una combi de pasajeros trabjadores de fábrica en la zona de Villa Constitucion, San Nicolas etc
Ya lo dijo el gran Cocca:"VAYAN,SEAN MARICAS,ENTREGUEN LA COLA...Y PIERDAN!"                            FIGHTERTOWNCITY DU
Miércoles 24/04/2019, 13:37:40
1295 Posts - 257 Puntos
Gran post, van puntos.
Ni Cantero ni camionero.
Miércoles 24/04/2019, 13:40:17
61133 Posts - 20256 Puntos
Eran epocas de abundancia, Bufarini y Percudani peleaban por un puesto, un puesto que hoy tenemos vacante, y si estuviese Bufarini , seria titular indiscutido y se hablaria de que en cualquier momento lo vendian .

Solo se que Bufarini junto a Percudani ayudaron y mucho, no sabia porque habia desaparecido, porque en esa epoca no habian programas por TV, solo eran los diarios y el Grafico.
Pero asi es la vida , especialmente el futbol, es cuestion de suerte, en epocas de bonanza grandes jugadores quedaron postergados y despues en otras epocas tuvimos que aguantar un Farias, un Caicedo, un Romero , jugadores que les dan montones de oportunidades porque no hay uno mejor .

En el Rojo hubo muchos casos como el de Bufarini , jugadores que ahira serian tirulares indiscutidos e idolos pero les toco una mala epoca por la cantidad de jugadores que habia .
A el particularmente lo tengo presente desde que aparecio el otro que jugaba en Ferro y Carusso lo llevo a San Lorenzo .
Lo que le paso a Bufarini ,le pasa a millones de argentinos , cuantas veces tomando un taxi el chofer te decia que era Arquitecto o Ingeniero.

Mi experiencia personal me dice que en el 94 estaba sentado en una oficina haciendo trabajos administrativos , con aire acondicionado , un sillon comodo y un año despues estaba parado en una linea de produccion , con las manos engrasadas, tapones en los oidos por el ruido, rodeado de gente sin estudios .
Por eso mi bronca a los politicos corruptos que no permiten que cada argentino pueda vivir , trabajar y progresar en el pais donde nacimos .

Bufarini es un ejemplo a seguir porque supo continuar su vida al margen del fútbol , otros no lo pueden superar , lo felicito porque entendio que el trabajo honra a la persona , no importa que trabajo sea .
Por eso hay que respetar a un basurero , a un barrandero , y tratarlo como un igual.