Lunes 25/07/2016, 09:00:41
Pene Captivus: efecto sopapa
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¿Cuánto hay de fábula y cuánto de verdad en eso de quedar “trabados” después de hacer el amor?
El “Penis Captivus” –o síndrome del pene atrapado en la vagina- tuvo su primera aparición científicamente documentada hace más de 100 años. Por eso, tomando estos antecedentes de la literatura médica, el sitio BBC Health Check subió una nota para analizar el mecanismo fisiológico de este proceso que, si bien es nada usual, puede convertirse en una (dolorosa) realidad.
El doctor John Dean, uno de los entrevistados, afirmó que este problema “es muy poco común, pero ciertamente no debe descartarse como un mito. Es una de esas cosas sobre las que la gente tiene una fascinación culpable”.
“Lo que puede pasar, teóricamente, es que mientras el pene está en la vagina, se va llenando de sangre. Al mismo tiempo, los músculos del piso pélvico femenino se contraen rítmicamente durante el orgasmo, no al nivel de un espasmo, pero sí una serie de contracciones que duran varios segundos. Durante estas contracciones, el pene queda atascado por algunos segundos y se puede hinchar hasta que los músculos se relajan, la sangre vuelve a fluir del miembro masculino, se pierde la erección y el hombre se puede retirar. (…) Entonces, sucede, pero por 5 o 6 segundos; lo que pasa en que esa situación, 5 segundos probablemente parezcan una eternidad”, afirmó el doctor Dean.
El “Penis Captivus” –o síndrome del pene atrapado en la vagina- tuvo su primera aparición científicamente documentada hace más de 100 años. Por eso, tomando estos antecedentes de la literatura médica, el sitio BBC Health Check subió una nota para analizar el mecanismo fisiológico de este proceso que, si bien es nada usual, puede convertirse en una (dolorosa) realidad.
El doctor John Dean, uno de los entrevistados, afirmó que este problema “es muy poco común, pero ciertamente no debe descartarse como un mito. Es una de esas cosas sobre las que la gente tiene una fascinación culpable”.
“Lo que puede pasar, teóricamente, es que mientras el pene está en la vagina, se va llenando de sangre. Al mismo tiempo, los músculos del piso pélvico femenino se contraen rítmicamente durante el orgasmo, no al nivel de un espasmo, pero sí una serie de contracciones que duran varios segundos. Durante estas contracciones, el pene queda atascado por algunos segundos y se puede hinchar hasta que los músculos se relajan, la sangre vuelve a fluir del miembro masculino, se pierde la erección y el hombre se puede retirar. (…) Entonces, sucede, pero por 5 o 6 segundos; lo que pasa en que esa situación, 5 segundos probablemente parezcan una eternidad”, afirmó el doctor Dean.