Escrito por Split
Escrito por Hombre_de_ningun_lugar
Igual hay una diferencia fundamental: el gobierno anterior atrasó el dólar oficial básicamente con endeudamiento interno en pesos; y el gobierno actual financia el dólar barato con endeudamiento externo en dólares. Ambas medidas son perjudiciales para la economía a nivel macro; la gran diferencia está en qué sectores se benefician y perjudican con cada modelo.
La economía se va a empezar a enderezar cuando TODOS estemos dispuestos a hacer un esfuerzo por el bien del país. Si devaluás los salarios de la clase trabajadora y al mismo tiempo favorecés un brutal enriquecimiento de la clase privilegiada, que para colmo prefiere fugar capitales en lugar de invertir en el país, entonces el esfuerzo sólo lo hacen los más débiles en favor de los más fuertes, y es en vano porque la situación económica tampoco mejora.
En este contexto no queda otra que defender el poder adquisitivo de los laburantes, aun sabiendo que eso conlleva más inflación. Ya cuando los que más provecho sacan de las riquezas de este país acepten hacer el mayor esfuerzo en tiempos de crisis, entonces hablamos del esfuerzo que puedan hacer los trabajadores.
Aunque seguramente creas lo contrario, el endeudamiento interno perjudica más a las clases más bajas que el externo por el impacto del impuesto inflacionario.
En tu segundo párrafo mencionás algo que hay que explotar más para que la gente no se confunda. La fuga de capitales se da tanto en el empresario que manda a Seychelles como en doña rosa que compra dólares y los guarda en el colchón. A la economía le duele por igual. La solución a eso no está en construir muros monetarios sino en incentivar la demanda de dinero para que el argentino deje de refugiar en el dólar o en girarla afuera porque se la confizcan los políticos (cepo, corralito, hiper...). Parar la sangría de la fuga va a llevar mínimo 10 años desde el momento en que Argentina logre otros 10 años de estabilidad (institucional, fiscal, monetaria y de Balanza comercial). En el mejor de los casos, en 2 o 3 años podremos comenzar un desarrollismo regular, por lo que faltan 22 o 23 años para frenar la fuga.
La fuga es el costo que paga el pueblo por votar políticos que atentan contra la libertad y la propiedad privada. Aprendamos a votar y a exigir y la fuga va a cesar. Dejemos de echarle la culpa al empresario (rubro sin bandera a nivel mundial), él defiende su capital de la confiscación estatal que ocurre hace 70 años, como lo hace doña rosa o el maestro que de repente tuvo la suerte de que le sobre un aguinaldo.
El tercer párrafo contiene un tinte socialista en el que no voy a ahondar pero que está demostrado que es una falacia y llevaría el topic para cualquier lado. No existe ajuste de clases y creer que ajustar arriba va a solucionar las cosas abajo es erróneo. Podemos tener un país con igualdad, donde el 100% seamos pobres y sólo empeorará las cosas.
El ajuste lo tiene que hacer la clase política, borrando privilegios e impidiendo que usen la chequera estatal para repartir plata como les plazca para que pague la clase trabajadora con impuesto inflacionario. El problema de eso es que requiere un grado de calificación cívica que lamentablemente no tenemos. Todavía hay gente que piensa que las cosas públicas son gratis, o que existe el financiamiento a tasa 0% (ahora 12).
Coincido en general con los planteos que haces, con las diferencias que mencionaba, por más que tengamos ideales tan diferentes.
Igual, hace unos años tenía cruces mucho más picantes con vos, estoy tratando de ser más moderado para no entrar en chicanas hirientes y creo que noto lo mismo en tus posts. Abrazo.
No es difícil ponernos de acuerdo en los diagnósticos, más o menos es como hablar de fútbol con el diario del lunes. Lo difícil es ponernos de acuerdo en el camino a seguir para salir adelante, sobre todo en un contexto (histórico y presente) tan complicado como el de nuestro país. El endeudamiento externo no es más que patear la pelota para adelante, sobre todo cuando los dólares que entran, más que usarse para desarrollar al país, se usan para satisfacer la demanda de divisas. Fijate lo que hoy sucede con esa bola enorme que se generó primero con las Lebacs y ahora con las Leliqs; a la postre serán pesos que irán a parar a la compra de dólares, y entonces la hiperinflación será inevitable. Espero que el próximo gobierno, gane quien gane, sea capaz de desarmar esa bomba de tiempo produciendo el menor daño posible. El punto es que de una u otra manera, si queremos arreglar todo con parches monetarios, en algún momento todo estallará por los aires. Lo peor es que los que más sufren siempre son los mismos.
Yo puedo entender muy bien las razones de por qué los ahorristas prefieren ahorrar en dólares y no en pesos; y entiendo también por qué ocurre la fuga de capitales. El problema no son ellos, sino el gobierno que les facilita el gran negocio manteniendo las tazas altas y el dólar planchado para llegar con aire a las elecciones; en definitiva es otra forma de generar una ilusión temporal, aunque con herramientas diferentes a las del así llamado populismo. Mucho menos el problema es el empresario que genuinamente quiere invertir productivamente, pero se termina viendo obligado a caer en la especulación financiera ya que es un negocio mucho más sencillo y rentable.
Lo que necesitamos es encontrar un equilibrio, sin caer en la ingenuidad de pretender castrar a los más poderosos, pero tampoco permitiendo que se enriquezcan tan fácilmente, sobre todo en tiempos de crisis donde todos deberíamos hacer un esfuerzo, principalmente quienes tanto provecho le han sacado a este país. El tema del dólar es clave porque lamentablemente en nuestro país los precios están gobernados por el color verde, aun tratándose de productos 100% nacionales; y al mismo tiempo es un bien escaso, una moneda que no emitimos, por lo que las únicas salidas parecen ser el endeudamiento, el cepo cambiario, o ninguna de las dos cosas y que pase lo que pase. En todo caso habrá que liberar hasta donde sea conveniente liberar y restringir hasta donde sea conveniente restringir; pero no podemos continuar tomando deuda para seguir pateando la pelota mientras que unos pocos se aprovechan de la situación. Y aunque quisiéramos, no podríamos hacer eso indefinidamente sin entregar mucho a cambio.
En algún punto vamos a tener que establecer prioridades. Yo siempre voy a estar del lado del trabajador porque es el que genuinamente produce, y como mínimo debería mantener su poder adquisitivo en cualquier circunstancia, ya que no es justo cobrar menos por seguir generando la misma riqueza. Pero entiendo que siempre habrán límites para ese ideal, porque el trabajador tiene la fuerza, pero los recursos desde hace mucho tiempo están en manos de otros. La solución no está en expropiar, pero sería bueno que como sociedad blanqueemos que este país fue injustamente repartido desde el principio, para relativizar las quejas de algunos privilegiados cuando se les pide que hagan un esfuerzo por el bien del país.
Mirá, sinceramente yo desde hace un tiempo dejé de lado el pensamiento ideológico; más bien pienso en términos prácticos. Es decir, sigo creyendo en la justicia social, pero no ignoro que existen límites hasta donde la misma se puede aplicar, ya sea porque generalmente se termina convirtiendo en asistencialismo improductivo o porque los poderosos ponen palos en la rueda para evitar que los trabajadores coman un poco más de la torta. Es más, en sí mismo no me opongo al liberalismo económico; de hecho, aunque te sorprendas, pienso que es una situación ideal mucho más saludable que el socialismo. La gran discusión es si el país está en condiciones de aplicar ese tipo de políticas. Porque en una sociedad capacitada, con pleno empleo y amplias oportunidades para progresar, el liberalismo ciertamente cae como anillo al dedo. Pero en una sociedad como la nuestra, con un tercio de pobreza (y la mitad de los niños siendo pobres), un sistema educativo desangrado, una salud pública sin recursos, y fuerzas de seguridad corruptibles, entiendo que el liberalismo sólo va a servir para generar aun más desigualdad. Entonces no veo mal que apuntemos al liberalismo como un ideal a futuro, pero antes habrá que generar las condiciones necesarias para que todos tengan oportunidades de progresar en este bendito país; y hoy estamos muy lejos de esa realidad.
Abrazo.