Sábado 28/09/2019, 11:06:29
Dólar vs. Salario
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Sí, el título parece plantear una dicotomía falsa. Me dirán que una cosa va de la mano de la otra, ya que el valor del salario está atado al valor del dólar, y eso es verdad en parte. Sin embargo, el poder adquisitivo del salario se puede medir de diferentes maneras. Acá estamos acostumbrados a medirlo en términos de capacidad de compra de divisa extranjera, o en otras palabras, cuánto vale nuestro salario en dólares. Pero a mi criterio es más coherente y relevante medir al salario en términos de poder de compra de bienes y servicios dentro de nuestras fronteras, yendo desde necesidades más urgentes como la canasta básica alimentaria o los medicamentos hasta gastos suntuosos como el último celular que salió en el mercado mundial. En resumen, lo más apropiado es medir al salario en términos de cuánto le rinde al común de la gente.
La mayoría de los trabajadores de este país se rascan la cabeza para ver cómo llegan a fin de mes, por lo que no les sobra nada para salir a comprarse unos dólares. Sin embargo, ahí los tenés a los economistas teóricos deambulando por los medios, hablando de la caída de la demanda de dinero y de la corrida hacia el dólar; y eso es real, pero sólo atañe a una minoría que aun conserva cierto poder de ahorro. Algunos incluso ajustan su economía hogareña para poder hacerse de algunos dólares, pero todo conduce a lo mismo: vivir peor por pensar en verde. Pero el punto es que la mayoría se ve obligada a gastar todos sus pesos en el día a día; y algunos incluso se endeudan para poder sobrevivir. A ellos no les interesa comprar dólares y mucho menos piensan en hacer un viaje al exterior, simplemente porque son cosas que no están a su alcance. Lo que a ellos les importa es qué y cuánto pueden comprar con los pesos que tienen en el bolsillo viviendo sobre nuestro suelo.
Entonces lo que yo propongo es que dejemos de medir todo según el valor del dólar y empecemos a enfocarnos en el poder adquisitivo del salario. Esa es la única realidad para la mayoría de los argentinos. El dólar puede subir y obviamente eso repercutirá en el valor del salario, pero no es correcto hacer una correlación tan directa y lineal. Si se fortalece el mercado interno y se subsidia la importación de insumos estratégicos que no producimos, el impacto del dólar sobre el salario será menor, y al mismo tiempo nos hará más competitivos frente al mundo. Es preferible destinar recursos en ese sentido antes que subsidiar un dólar barato con endeudamiento externo. Y si bien el autoabastecimiento total es una utopía, la clave está en ir hacia esa dirección hasta donde nos sea posible y conveniente. Eso sí, quienes quieran atesorar dólares o viajar al exterior podrán hacerlo si les da el cuero, pero deberán aceptar pagar una diferencia sustancial en comparación con lo que cuesta vivir en nuestro país. No se trata de restringir libertades sino de establecer prioridades en un contexto de crisis.
La mayoría de los trabajadores de este país se rascan la cabeza para ver cómo llegan a fin de mes, por lo que no les sobra nada para salir a comprarse unos dólares. Sin embargo, ahí los tenés a los economistas teóricos deambulando por los medios, hablando de la caída de la demanda de dinero y de la corrida hacia el dólar; y eso es real, pero sólo atañe a una minoría que aun conserva cierto poder de ahorro. Algunos incluso ajustan su economía hogareña para poder hacerse de algunos dólares, pero todo conduce a lo mismo: vivir peor por pensar en verde. Pero el punto es que la mayoría se ve obligada a gastar todos sus pesos en el día a día; y algunos incluso se endeudan para poder sobrevivir. A ellos no les interesa comprar dólares y mucho menos piensan en hacer un viaje al exterior, simplemente porque son cosas que no están a su alcance. Lo que a ellos les importa es qué y cuánto pueden comprar con los pesos que tienen en el bolsillo viviendo sobre nuestro suelo.
Entonces lo que yo propongo es que dejemos de medir todo según el valor del dólar y empecemos a enfocarnos en el poder adquisitivo del salario. Esa es la única realidad para la mayoría de los argentinos. El dólar puede subir y obviamente eso repercutirá en el valor del salario, pero no es correcto hacer una correlación tan directa y lineal. Si se fortalece el mercado interno y se subsidia la importación de insumos estratégicos que no producimos, el impacto del dólar sobre el salario será menor, y al mismo tiempo nos hará más competitivos frente al mundo. Es preferible destinar recursos en ese sentido antes que subsidiar un dólar barato con endeudamiento externo. Y si bien el autoabastecimiento total es una utopía, la clave está en ir hacia esa dirección hasta donde nos sea posible y conveniente. Eso sí, quienes quieran atesorar dólares o viajar al exterior podrán hacerlo si les da el cuero, pero deberán aceptar pagar una diferencia sustancial en comparación con lo que cuesta vivir en nuestro país. No se trata de restringir libertades sino de establecer prioridades en un contexto de crisis.