CREAR TEMA

Escrito por Arnold Layne

Escrito por Hombre_de_ningun_lugar

Escrito por Arnold Layne

Escrito por Hombre_de_ningun_lugar

1967 es uno de mis años favoritos, y quizás el mejor de la historia en cuanto a cantidad y calidad de álbumes esenciales. Pero los triunfos de 1965 y 1966 también fueron claves para llegar a ese punto. Si comparas un disco de 1964 con uno de 1967 la evolución musical es mayor que comparando un disco de 1967 con uno actual.

Los '70s me gustan pero mucho menos que los '60s. De hecho mis discos favoritos de los '70s fueron grabados por artistas esencialmente sesenteros. En mi opinión, el avance tecnológico en los '70s suprimió el encanto artesanal que el rock tenía en los '60s.

Los '80 acabaron con todo lo artesanal.

Por supuesto, aun más que los '70s. Pero ya desde que surgieron los sintetizadores a finales de los '60s comenzó un camino sin retorno, donde prácticamente cualquier sonido se podía crear artificialmente, y eso anuló el proceso creativo en el que los músicos se las ingeniaban para obtener los sonidos que imaginaban de manera artesanal, y muchas veces conseguían algo impensado pero aun mejor. Ese azar irrepetible que era parte de la hermosura de la música se perdió con la tecnología.

Mas alla de la creacion de sonidos artificiales vs artesanales, lo que me gusta de los 70 son las bandas que hubo, las canciones que se componian y la experimentacion que paso a un nivel mas alto (rock progresivo).

Eso no te lo discuto: el nivel técnico, la ambición experimental, la complejidad de las composiciones, todo eso fue mayor en los '70s. Pero ahí ya entran en juego los gustos y criterios personales. Precisamente lo que me hace rechazar al rock progresivo es que las bandas de ese género solían tomarse demasiado en serio, buscando una suprema perfección, no dejando nada librado al azar, y controlando cada mínimo detalle. Contrariamente, para mis oídos lo bello de la música se encuentra en algo más simple e ingenuo, sin tanta complejidad inyectada para elevar egos. Por eso es que en los '60s encuentro cada cosa que quiero en su dosis justa: creatividad, talento, innovación, simpleza, en un tiempo en el que la tecnología ya era suficiente para crear obras maestras, pero no excesiva para arruinarlas.