¡Campeones!

Después de ocho años una categoría Roja vuelve a consagrarse. La última vez había sido en el 2002 de la mano de Sergio Aguero y ahora lo logró también la novena división, en la que participa el hermano del Kun, Mauricio Del Castillo. El título llegó en la definición por penales, pero los chicos no merecían sufrir tanto, ya que ganaban con justicia hasta que el arbitro cobró un penal para Boca que solo el vió, cuando faltaban tan solo cinco minutos.

En el primer tiempo el xeneixe tuvo la pelota pero la jugada más clara fue del Rojo a través de su goleador, Jonathan Cañete. En el complemento, la lucha siguió prevaleciendo ante el juego, pero el equipo de Ale Fernández siempre se mostró más sólido, apoyado en la seguridad de su número dos, Sergio Díaz. Gauna por derecha demostraba su velocidad y la capacidad de los delanteros, Cañete y Del Castillo para retener la pelota y complicar a los defensores de Boca hacía pensar que la apertura del marcador estaba por venir. Y llegó nomás a los 14 minutos luego de un corner y una serie de rebotes, a través del nombrado Díaz, que se convertía en la figura del encuentro hasta el momento.

Después del gol, el Rojo retrocedió y dejó venir a Boca, que tuvo el empate a los 20, pero el arquero Caldeira tapó un mano a mano de manera brillante. Luego, si bien el Xeneixe buscaba, no inquietó demasiado. La defensa Roja parecía invulnerable y cuando se generaba algún espacio Caldeira se ocupaba de disipar cualquier tipo de duda. Hasta que a los 30 el árbitro cobró una falta inexistente dentro del área, lo que derivó en el inmerecido empate.

Los chicos sintieron el golpe y los minutos finales mostraron mejor a Boca, que casi consigue marcar en tiempo de descuento pero otra vez  Lucas Caldeira se quedó sobre su palo derecho con el balón.