Decir Gabriel Milito y explicarlo es una redundancia. Grande entre los grandes, el Mariscal es distinto a todos: nació para compartir su liderazgo. Ese flaco corajudo, oriundo de Bernal, hijo de papá Jorge y mamá Mirta, hoy, al fin, está de festejo. Y vaya tendrá motivos para ser feliz… Tras 1022 días, luego de superar otra nefasta rotura ligamentaria, esta tarde ante España, volvió a vestir el manto argentino. Sí, justo el día en el que cumplió 30 años. ¡Felicidades, gran capitán! Su querido pueblo Rojo, lo saluda.
Brilló en Independiente (138 partidos; 2 goles), deslumbró en Zaragoza (150; 6), obnubila al Barcelona (51; 1) y se regocija con haber “ganado mi Mundial”. Es decir, retornar a las canchas y a la Selección Mayor (31; 1). Es Milito, ese pibe de los rulos rebeldes y bien definidos. Es el Gaby, ese que de pequeño soñaba con ser como Barberón. Y que largaba el llanto cuando su hermano mayor, Diego, le decía:.”¿Barberón? ja, vos sos Trossero!”. Es el Mariscal, esa leyenda viva, que lejos del casete, soltó: “Me quedo en el Rojo hasta ser campeón”. Y así fue: tocó el infierno con las manos, en diciembre de 2002, y a los seis meses viajó a Europa para ordenar, con dos o tres gritos, a las mejores defensas del mundo.
El mundo del fútbol, muy celoso por cierto, pondera sus virtudes y admira su personalidad. En años, nomás, esos millones de aplausos que se ganaba en la vieja Doble Visera, tras un anticipo o un corte tiempista, se convirtieron en elogios y condecoraciones de los especialistas. ¿Quién es Gaby Milito? Los crack’s, responden: “Tiene algo especial. No es un jugador normal. Es un regalo para un entrenador”, dice Guardiola. “ “Es un líder nato”, agrega Iniesta, mientras que Xavi comenta: “es nuestro máximo referente”. Messi, pidió: “La Selección lo necesita para el Mundial”. Piqué, en tanto, confiesa: “Gaby, es mi maestro. Éramos compañeros de habitación en el Zaragoza. Me enseñó mucho del fútbol, del juego y de los códigos”
Milito piensa y sabe que “el fútbol es alegría y decepción”. Explica que en este deporte “los momentos duran poco sea buenos o malos”. Es el mejor y ganó todo, pero no lo dice. Eso lo enaltece aún más. Puede que su técnica haya, o no, superado a la Trossero y Clausén, pero él no lo ve así (“Trossero es un mounstruo y Clausén un crack”…) Muchos españoles lo distinguen por sobre Puyol y Piqué, pero Gaby, humilde, aclara: “No, no. Ellos son los mejores del mundo en su puesto”. Nadie discute su condición idílica en el Rojo, pero el repite, hasta el hartazgo: “Ídolos son Bochini, Bertoni… que ganaron todo”. Y sí…es Mariscal por naturaleza, por huevos, categoría y estirpe, a las pruebas me remito.
