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¿Ahora quién juega de 9?

delanteros

Es evidente que el problema de Independiente no recae en el jugador que posee la responsabilidad de dar la estocada final, la de profundizar la alegría más linda del fútbol… el gol.

El inconveniente más grande de este equipo es la imperiosa necesidad de jugar, tan sencillo y complicado como eso… jugar, alias: divertirse, tocar, idear, armar paredes, juntarse a charlar con la pelota como eje central del fútbol. Para más precisiones dirigirse al potrero más cercano.

En la primera fecha el centro de todas las miradas y acusaciones era Darío Gandín, el encargado de ser la referencia en el área rival, la de Vélez, y el ex Colón no tuvo posibilidades frente al arquero.

La segunda jornada fue Leonel Núñez, uno de los refuerzos más caros en la era Comparada. Sus kilos de más y la falta de actitud fueron el complemento ideal para que el jugador no rindiera en una posición que no le sienta bien, que no es su fuerte.

Ante Racing apareció un viejo conocido, Pepe Moreno. Un centrodelantero neto, que frente al equipo, por entonces, dirigido por Llop demostró que si bien le faltaba ritmo y mucho fútbol, actitud le sobraba y desbordaba en ganas. Corrió mucho, pensó poco y en la que tuvo no pudo definir.

Esa actuación le bastó para ser titular las siguientes dos fechas: Gimnasia y Esgrima La Plata, encuentro en el que contó con 3 chances clarísimas de gol y ninguna terminó en la red por mérito propio; y Boca Juniors, partido en el no tuvo ninguna oportunidad ante Abbondanzieri, pero en el que también demostró mucho empeño.

La falta de gol de Moreno, y los 15 minutos de fama de Mazzola le permitieron al juvenil ser titular el viernes ante Gimnasia y Esgrima de Jujuy. Pasó inadvertido todo el partido.

Ante este panorama la pregunta es: Más allá que Núñez y Gandín no sientan la posición de centrodelantero, ¿puede ser que cuatro futbolistas (sumando a Moreno y a Mazzola) sean responsables de la falta de gol de un equipo?

La situación, la experiencia y los partidos disputados por Independiente en lo que va del campeonato demuestran que la verdadera falencia futbolística se encuentra en el armado del juego; y, quizás, no por los nombres en sí, sino por una carencia de trabajo, de solidez y potencia ofensiva en lo que al “volumen de juego” se refiere.

Trabajemos en serio en lo que al hincha le interesa… y sino que levanten las manos aquellos socios y simpatizantes de la familia “Independentista” que van a la cancha a aplaudir a un equipo que no ataca y defiende el cero en su arco.

Por Cristian Fernández para InfiernoRojo.com

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