En una nueva encuesta realizada por InfiernoRojo.com, la mala suerte fue la elegida para explicar la derrota de Independiente ante Newell´s. Sobre un total de 5.835 votos, el 68% (3.978 personas) se inclinó por esa opción a la hora de señalar cuál fue el déficit del equipo de Américo Gallego. En tanto, el planteo amarrete del entrenador fue elegida por el 27% (1.551). En tercer lugar apareció la elección restante, donde sólo el 5% (306) opinó que la Lepra hizo un mejor partido y por eso se quedó con los tres puntos.
Claro está que la cancha de Lanús parece ser esquiva a la suerte del Rojo, aunque la oportunidad de Patricio Rodríguez y las situaciones generadas por Eduardo Tuzzio parecen ser escasas a la hora de analizar las llegadas de Independiente. El planteo del Tolo, con Walter Busse, Rodríguez, más el sustento (opaco) de Leonel Nuñez, no generó las expectativas esperadas. Si bien el control del juego lo tuvo, faltó definición, explosión y claridad en los metros finales, tres factores fundamentales a la hora de ensamblar un ataque. La presencia de Darío Gandín dentro del área no pesó y el juego ofensivo brilló por su ausencia.
Si Independiente fue más que Newell´s, es difícil de explicar, porque el conjunto de Rosario, con muy poco, generó tres situaciones de peligro, tanto o igual que el Rojo en todo el partido. De todas formas, el crédito sigue abierto, y la gente se esperanza que el equipo aparezca en su visita a Tucumán, el próximo domingo, para enfrentar a Atlético, un equipo que se mostró muy compacto ante San Lorenzo, a pesar de algunas fallas defensivas que el equipo de Gallego deberá aprovechar.
Por ahora, la suerte del Tolo en la cancha del Granate sigue siendo esquiva: suma diez encuentros en La Fortaleza y sólo ganó una vez. “Voy a tener que llamar un brujo”, manifestó el entrenador luego de la derrota del pasado viernes. Nadie sabe explicar si las brujas existen, pero que las hay, las hay. Aunque será mejor pensar en mejorar la táctica, el orden defensivo, el equilibrio del mediocampo y la explosión en ataque antes de gastar energías en combatir los gualichos. Claro está, los partidos se ganan con goles y no con plegarías, ni patas de gallo. Eso dejémoslo para los vecinos…
