(COLUMNA DE OPINION) Lejos de hacerse cargo de los errores cometidos por la Comisión directiva, el vicepresidente segundo de Independiente, Hugo Barrueco, dio a entender que Daniel Garnero debería dar un paso al costado. “En cualquier rubro, si uno ve que las cosas no se pueden resolver, a veces no hace falta que te lo digan. Cada uno sabe lo que hace y hasta dónde puede“, dijo a Fox Sports.
Hace tan solo una semana el manager del club, César Luis Menotti, manifestaba lo siguiente, luego de la derrota ante River Plate: “No tengo ninguna duda de que Garnero era la mejor opción. Hay situaciones que fueron analizadas, se decidió Garnero-Rotchen, tienen todas las posibilidades, son estudiososo, jóvenes, Guardiola llegó al Barcelona, perdió los primeros tres partidos y lo querían matar. Ahora es dios, hay que ser prudentes“. Las declaraciones de Barrueco, lejos de ser prudentes, suenan, como mínimo, desacertadas.
Como suele pasar en el fútbol argentino, el entrenador es el primer fusible ante los malos resultados de un equipo. De buscar culpables y responsables de este momento, que ubica al Rojo último, y cómodo, en la tabla de posiciones, Daniel Garnero seguramente no encabezará la lista. La gente de Independiente ya hizo sentir su disconformismo en el Monumental y ayer, en el Libertadores de América, se volvió a hacer sentir. El socio y el hincha exigen explicaciones y que alguien se haga cargo de este desastre, que no puede remitirse únicamente a la actualidad futbolística.
El aire que entregó la victoria ante Argentinos Juniors, por la Copa Sudamericana, se agotó de un solo respiro y el Rojo, una vez más, parece ahogarse en un mar de incertidumbres y desprolijidades. El mensaje que reza que “recién van 4 fechas” no queda claro si es esperanzador o atemorizante, con un equipo sin rumbo, un entrenador que a esta altura no sabrá si sentirse respaldado o no, la gente disconforme, un estadio a medio terminar y con plazos eternos para su finalización. El análisis, una vez más, escapa a los resultados deportivos, pero ya que hablamos de ellos, el equipo suma un solo punto de 12 en juego y mira a todos desde abajo.
Nuevamente tambalea este “proyecto” que aún pende del hilo de una posible clasificación a una nueva instancia de la sudamericana. Un hilo que cada vez está más cerca de cortarse.
