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La humillación no tiene fin

independiente

Este fracasado y paupérrimo plantel volvió nuevamente a manchar la historia de Independiente y cayó por 5-0 ante Banfield, por la 17° fecha del Torneo Clausura. El local abrió el marcador a los 8 minutos y después hizo lo que quiso con un equipo sin alma, sin juego, sin nada. Vergüenza nacional.

La actuación del conjunto de Américo Gallego, quien ya no sabe qué hacer, fue desastrosa de principio a fin. Ya antes de los 10 minutos Banfield ganaba 1-0 en un gol que regalado entre Guillermo Rodíguez, quien marcó mal toda la noche por su sector, y Leandro Gioda, quien dejó a Santiago Silva solo para que fusilara de cabeza a Fabián Assmann.

Después, Independiente tuvo tres minutos de lucidez (los únicos en toda la noche) y se perdió un gol increíble en dos oportunidades: Rodríguez estrelló un testazo en el palo y después un defensor de Banfield sacó sobre la línea el remate de Lucas Pusineri tras el rebote. Y nunca más el Rojo volvió a inquietar a Cristian Luchetti.

A los 28, Víctor López se anticipó a todos a la salida de un córner, puso el 2-0 y partido liquidado. Sí, a los 28 partido liquidado, porque resulta inverosímil creer que estos jugadores puedan revertir un marcador adverso, sea cuál sea el rival. Y para completar (otro) primer tiempo de terror, Gioda, que mide casi dos metros, perdió con el cuerpo con el pequeño Sebastián Fernández y éste, a la salida de un Assmann que cada vez ataja menos, marcó el tercero.

El segundo tiempo fue más de lo mismo. La defensa fue un desastre, con Rodríguez siempre a destiempo, Franco Simonetti, quien debutaba, nervioso e impreciso, Gioda sin ganas y hasta con un Eduardo Tuzzio que se contagió y jugó su peor partido desde que llegó al club, regalando la pelota en reiteradas ocasiones. Lucas Pusineri no se puede hacer patrón del medio, Fernando Godoy parece que ni juega y Gastón Machín corre sin criterio. ¿Federico Mancuello? Todavía no volvió de la lesión desde aquel partido ante Colón.

Párrafo aparte para Daniel Montenegro. Pobre Rolfi. Futbolista de calidad, de los mejores del medio local, que tiene que jugar al lado de cada uno… Así, sus palabras de replantear las cosas de cara al futuro con respecto a su permanencia en el club suenan cada vez más realistas. Y si pide irse, porque otra vez van a armar un equipo como éste, bien hecho estará.

Y llegaron dos goles más de Banfield que no hicieron más que profundizar la herida
: Silva marcó a los 3′ tras quedar solo habilitado por Simonetti y Julio Barraza cerró la cuenta otra vez de cabeza en una pelota parada. Y que quede claro que el Taladro no hizo más goles porque levantó el pie del acelerador, quizás teniendo lástima de un equipo que no hace más que avergonzar y entristecer a la gran masa roja semana a semana desde hace tiempo.

Basta de esto. Basta de las promesas de escoba de Gallego que nunca se cumplen. Basta de las palabras de los jugadores diciendo que “se vienen tres finales” y después dan pena. Basta de las promesas dirigenciales de refuerzos “que lleguen y se pongan la camiseta” y que luego lleguen futbolistas como Damián Luna, José Moreno y tantos otros. Basta de todo, antes de que sea demasiado tarde.

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