Connect with us

Una máquina de perder

derrota1

Independiente volvió a tener una tarde para el olvido y cayó por 1-0 ante San Lorenzo, sumando así su décima derrota en 18 partidos. El único gol de la tarde lo anotó, cuándo no, Andrés Silvera. Hubo gestos de reprobación para los jugadores y los dirigentes.

Bajo un clima espeso de arranque, con banderas y cantos por doquier en el Tomás Adolfo Ducó, el Rojo volvió a entregar más de lo mismo ante un Ciclón que tampoco fue una maravilla, pero con poco, muy poco, le alcanzó para llevarse los tres puntos.

El primer tiempo fue de terror, con dos equipos que reflejaron fielmente la posición que ocupan en la tabla de posiciones, aunque los del Tolo estuvieron más cerca de adelantarse en el marcador ya que dispusieron de las dos únicas chances de riesgo: primero Hilario Navarro descolgó del ángulo un remate poco ortodoxo de Eduardo Tuzzio y luego el arquero correntino, quien debería volver a Independiente a final de campeonato, le tapó un mano a mano a Daniel Montenegro.

Pero la suerte viene torcida para Independiente y San Lorenzo, en la primera que atacó a fondo, convirtió. El Ciclón salió rápido del fondo, trianguló y Andrés Silvera, quien consiguió su sexto gol ante el Rojo, no tuvo más que empujarla ante la presencia de un Fabián Assmann que nada pudo hacer y un Leandro Gioda que lo marcaba a tres metros de distancia.

Después, con más vergüenza que ideas, Independiente insinuó una tibia reacción que chocó inevitablemente, una y otra vez, con las enormes limitaciones del equipo. Así, sólo inquietó al seguro Hilario una vez más, cuando Gandín quedó mano a mano y Aureliano Torres salvó sobre la línea. Y nada más.

Rolfi hizo lo que pudo, Eduardo Tuzzio le puso ganas, Samuel Cáceres tuvo un interesante debut y no mucho más, demasiado poco para aspirar a un triunfo. Y así se fue el partido, con otra triste derrota, la décima en 18 presentaciones. Lo único positivo es que sólo falta una fecha para que se termine este martirio.

Advertisement
Connect