Connect with us

A la Champions, bailando

forlankunchampions1

Con un golazo de Sergio Agüero y otro de Diego Forlán el Atlético de Madrid goleó al Almería por 3-0, lo que significó no sólo una gran fiesta en el Vicente Calderón, sino también el acceso a la próxima Champions League. El otro tanto lo anotó Raúl García.

De arranque nomás el conjunto colchonero se hizo cargo de la situación. Si bien el empate le servía, los once de Abel Resino saltaron al terreno de juego con el único fin de arrollar a su rival, llevárselo por delante y demostrarle que la intención era regalarle a su gente un final de temporada a toda fiesta y goles.

Fue así que llegó una obra de arte. Es que el gol del Kun, a los 14 minutos, es para encuadrarlo y colgarlo de una pared para futuras generaciones. Tomó el balón y con la defensa mal parada encaró, el pase a Forlán fue interceptado, pero la pelota seguía en sus pies (se siente cómoda ahí). El Kun se metió en el área, le hizo un quiebre de cintura a Pellerano, le puso salsa a su movimiento de cintura y acomodó la pelota bien cerquita del travesaño. Ah!, para eso usó la izquierda, porque con la derecha era afano.

Ocho minutos más tarde fue Raúl García el que entró con vehemencia en el área chica y asestó un gran cabezazo para marcar el 2-0. Resultado con el que el Atlético se iría al vestuario.

Cabe aclarar que la diferencia pudo haber sido mayor, de no mediar la falta de contundencia en el último toque. Fue un gran partido del Kun, que no sólo asistió sino que fue el amo y señor de todos los ataques de su equipo. Forlán, por su lado, realizó una pirueta en el área, una chilena, que se fue muy cerca. Hubiera sido algo conmovedor para toda la afición.

Ni bien comenzó el complemento, Forlán aprovechó una pelota que dejó Sinama Pongolle en la puerta del área y clavó un zurdazo sensacional al segundo palo. Tercer gol del Atlético, fiesta en el Calderón… su “pichichi” una vez más llenándose la garganta del grito más espectacular del fútbol, alcanzando récords.

Tras esta conquista el Atlético se dedicó a florearse; a festejar la alegría inmensa de haber conquistado el objetivo; a disfrutar su reencuentro con la hinchada, luego de tensos momentos; a adorar y ovacionar a Forlán, sus goles y sus récords; a enamorarse con cada gambeta del Kun… a vivir el fútbol, que siempre da revancha y que les permitió obsequiarse una jornada histórica.

Advertisement
Connect