La estrategia de Independiente en el caso Figal se ampara en casos previos con resoluciones favorables para los jugadores.
Tras conocerse la sanción provisional de la CONMEBOL a Nicolás Figal por encontrarle un diurético no permitido, en Independiente ya activaron los mecanismos correspondientes para afrontar la situación. En primera instancia, y de manera lógica, solicitó oficialmente la realización de la contraprueba y ahora espera la confirmación de la CONMEBOL.
Pero además, en Avellaneda se amparan en antecedentes similares para esperar que la situación pueda tener una resolución favorable. Ha habido casos similares en los que no hubo sanción alguna a los implicados y esperan que lo de Figal pueda resolverse de igual manera.
En 2010, la Conmebol archivó los expedientes de Walter Erviti y Federico Sardella en Banfield, que habían registrado doping positivo en un partido con el Internacional de Porto Alegre, por la Copa Libertadores de ese año. Allí también se trató de la ingesta de un diurético liviano. Debido a la ausencia de antecedentes de ambos, la Conmebol desestimó los casos y no hubo sanción alguna.
El año pasado se registró el caso de Sebastián Blanco, en San Lorenzo, por la utilización de un antiinflamatorio con corticoide en un partido ante Gremio de Porto Alegre. En dicha oportunidad, lo que alegó San Lorenzo fue que el procedimiento fue debidamente informado por Alberto Rovira, médico del Club, que fue quien suministró el medicamento a raíz de una sinovitis de rodilla. La Conmebol certificó archivar el caso al no considerarlo un resultado analítico adverso.
Por lo pronto Independiente deberá aguardar la respuesta oficial de la CONMEBOL respecto de la contraprueba y buscar instrumentar estos antecedentes en el alegato. Hasta entonces, el jugador no podrá participar de ninguna de las competencias oficiales.
