Empecemos por lo principal. Se ganó, obtuvimos tres puntos que, uno nunca sabe, podrían ser importantes más adelante y arrancamos bien una semana decisiva en el futuro del equipo este semestre. Pero hay que ser bien claros, tanto dentro como fuera del campo se jugo mal.
Los jugadores siendo imprecisos, “ayudados” por un campo de juego en pésimas condiciones. En el desarrollo del partido no fuimos superiores al equipo tucumano, recién ascendido, que con sus pocas luces logró inquietarnos y al que sólo pudimos doblegar recién en los instantes finales con un Gandín que empezó dulce su etapa en el club.
El técnico cometiendo el doble error de poner a Herrón de numero ocho. Primero porque es un puesto que el jugador no sólo no siente sino que no esta en condiciones físicas de cumplir. Y digo doble porque en vez de subsanarlo en el entretiempo (donde hasta los cocacoleros antes de decir el precio de lo que vendían te decían el ocho no va), hizo el cambio a los 10 minutos del segundo, cuando el pobre Mariano ya tenia quemaduras de segundo grado (lo tendrían que haber cubierto con frazadas cuando salió) y se tuvo que ir silbado.
Igualmente podemos ver el vaso medio lleno. Jugando mal se ganó. No pagamos los errores y de ellos podemos aprender. Siempre, aunque muchas veces de mala manera se buscó y eso es importante. La defensa (sobretodo Gioda) está en buen nivel. Si mejoramos un poco en el medio (no se entiende porque no juega Calello) y ofensivamente, porque no puede ser que el jugador mas agresivo que tenemos sea Mareque, vamos a poder llegar a ser un equipo con pretensiones. De otra manera va a ser muy difícil.
Se nos vienen Estudiantes y la Empresa así que muchachos, Bichi, aprendamos de los errores.
Javier Brizuela para Infiernorojo
