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Arriba de todos

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En un partido que se fue complicando con el correr de los minutos, Independiente derrotó 2-0 a Rosario Central, consiguió su quinto triunfo en fila sin recibir goles y le sacó más ventaja a sus perseguidores. Los goles los anotaron cerca del final Lucas Mareque y Leonel Núñez.

Independiente fue superior en el primer tiempo, manejó el balón la gran mayoría de los minutos y tuvo las chances más claras, pero falló demasiado frente a Hernán Galíndez y se fue al descanso sin goles, provocando el enojo de Américo Gallego.

De arranque, a los 4, Ignacio Piatti no llegó a conectar una buena jugada colectiva, situación similar que vivió Hernán Fredes cuatro minutos después, quien tras una buena acción ofensiva, tiró el balón muy por encima del travesaño.

Central arrimó a los 11. Eduardo Tuzzio la perdió sobre la línea final al caerse por el estado del cesped y Emilio Zelaya casi marca, pero Adrián Gabbarini respondió a puro reflejo y desvió el balón al corner. Y allí comenzó el vendaval rojo…

A los 20, Galíndez le tapó un cabezazo a Andrés Silvera y luego un muy buen disparo al activo Federico Mancuello, una de las figuras de la etapa inicial. El Cuqui otra vez coqueteó con el gol a los 28 pero el palo le dijo no y Walter Acevedo también probó los reflejos del seguro arquero rosarino.

Para el complemento, el Tolo debió meter mano en el equipo para sacar al golpeado Silvera, ausencia que el Rojo sintió en demasía. Su reemplazante, Federico González, se lo perdió en el arranque con un cabezazo cruzado que se fue cerca del arco rosarino.

Promediando la segunda etapa, las piernas comenzaron a pesar en el Rojo, producto del gasto físico realizado hasta el momento, potenciado por el estado del campo de juego, y Central vivió su mejor momento de la tarde, aunque lejos de ser brillante. La única opción que tuvo fue un remate lejano de Zelaya que tapó Gabbarini.

Y cuando la historia parecía torcida y muy cuesta arriba, también tras buenas tapadas de Galíndez contra un remate de Leonel Núñez y un cabezazo de Mancuello, a los 33 apareció Lucas Mareque en toda su dimensión e hizo estallar el Libertadores: finta a dos rivales y remate furibundo para romperle el arco a Galíndez.

Con el gol, Independiente se soltó, comenzó a tocar la pelota y lo liquidó con una contra sobre el cierre. Mancuello, quien redondeó una muy buena actuación en su retorno al primer equipo, recuperó en la mitad de la cancha y habilitó a un Núñez que definió de gran manera, estableciendo el 2- 0 definitivo y final.

Independiente sigue a paso firme en el Clausura y mira a todos desde arriba. Mientras algunos sacan cuentas para seguir en Primera División y otros tienen un lío interno más grande que el que hay en el Senado, el Rojo sumó su quinta victoria en fila y Tolo es felicidad. Que siga así…

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