Es muy fácil irle a alguien con el diario del lunes. A priori, se habló demasiado y fueron los propios jugadores de Independiente quienes intentaron poner paños fríos. Escuché a Gioda por ejemplo, respetando –no temiéndole- al rival asumiendo que los clásicos son partidos diferentes sea cual sea la actualidad de cada uno de los equipos. A priori, escuché a muchos hinchas de Independiente asegurando resultados, animándose a vaticinar goleadas y por qué no, baile. Sin embargo, los pingos se ven en la cancha, dice, y a la hora de pisar el campo de juego, la cosa fue bien diferente.
Hay dos posibles lecturas del partido y depende del optimismo o pesimismo de cada uno. Por un lado, Borghi salió con todo –Higuaín, Montenegro, Núñez y Gandín-. Si poner a esos cuatro adelante no es salir con todo, no sé qué pretenderá la gente. A ver, que se entienda, si me gusta o no es otro punto de discusión pero sería de muy cabeza dura decir que no salió con todo lo que pudo. Después, con el partido planteado, Independiente no podía domar la pelota y ante las diferentes circunstancias del partido, realista o no, realizó los cambios que ya todos conocemos y algunos no entendemos. La otra visión es justamente esa: los cambios. ¿Ganando 1 a 0 sacas a los delanteros y dejas al Rolfi –a mi criterio es delantero- sólo?, se preguntan algunos. Depende del ángulo que se elija, se puede analizar el encuentro. La realidad es que ni con toda la carne al asador ni intentando cuidar ¿? el resultado, la cosa funcionó.
Los cambios no funcionaron, está claro. Pero si con lo mejor que tenemos no logramos dominar, hay que mover, hay que cambiar. Independiente, al menos por la formación que paró, llegó con la idea de atacar. No lo logró, es cierto. Independiente llegó, a priori, como banca y Racing tenía todo perdido. Y perdido por perdido te la jugas, sacas el orgullo y tratas de hacer las cosas lo más dignas posibles. Con los cambios Racing entendió que Independiente no podía animarse al 2 a 0 y ante esa realidad, se envalentonó. ¿Salió mal? Sí, salió pésimo, nos fuimos re calientes de la cancha pero la realidad es que si no nos ganaron este domingo con todo lo mal que hicimos las cosas, estos muchachos no nos ganan nunca más en su vida. Jugamos mal, ellos mejor. Hicieron de todo y llegaron al arco las veces que quisieron pero no pudieron ganar, de hecho el empate llegó casi muriendo el partido. Nosotros nos fuimos con bronca, claro. Un empate con sabor a derrota pero más allá del empate con sabor a victoria que se llevaron ellos, la amargura por no poder ganar fue grande. Festejaron como una victoria, sí, festejaron que lograron 1 punto en el torneo y que siguen bien ubicados en el promedio.
Borghi puso un equipo, bien ofensivo y los jugadores no pudieron. Borghi se dio cuenta que ese “equipo ofensivo” no podía dar más de lo que estaba dando y metió mano. Calello, Ríos y Totono. Calello para dar más marca porque Higuaín no estaba logrando el objetivo. El chiquitín se sumó al mal gusto de Independiente. Ríos por Gandín para tener más la pelota y Toti se pareció mucho al que se fue de Independiente insultado por la gente. El último cambio fue el que más me costó entender Totono vive con dolencias y se ve que mucho fútbol no está haciendo porque entró para “tener” la pelota y la pelota rodó lejos de Grisales que claramente está falto de ritmo, al igual que Higuaín. Ojo, es probable que ante la falta de reacción de los jugadores titulares haya tenido que tomar una drástica decisión. Porque si con Higuaín, Núñez y Gandín no lograba lastimar atacando, ¿con quién lo iba a hacer? Son los máximos delanteros que tenemos. Sí, sí, Sosa dirá más de uno pero bueno, lo que pasó, pasó.
¿Vamos a desdramatizar? Estamos en la fecha 3 y a nadie le gusta lo que pasó contra Racing. En eso estaremos el 99,99% de los hinchas de Independiente. ¿Tenemos que mejorar? Sí, mucho. Este empate dio bronca, nos llenó de interrogantes pero, ¿está mal que plantee un poco de paciencia? Insisto, estamos en la fecha 3, con el agravante de haber quedado afuera de la Sudamericana y alternando partidos tan bipolares como sorprendentes. Un tiempo nos quedamos felices y otro tiempo para el suicidio. A esta altura inclusive, esperaba ver los resultados físicos de la pretemporada. Decían que los equipos de Borghi volaban, marcaban diferencia física y eran aviones. Por el momento, no encuentro esa velocidad o esa diferencia pero le voy a dar un plus. Quiero ver cómo continúa este equipo. Tenemos 5 puntos, jugando más mal que bien pero la cosa puede cambiar. En el fútbol todo es tan variable como apasionante. Y sino miren San Lorenzo, que estaba al borde de una masacre con sus jugadores y goleó a Estudiantes 3 a 0. Seamos un poco pacientes. Sé que es pedir mucho y más si tenemos en cuenta el partido que se dio contra Racing. Lo sé, no me mal interpreten pero, recién van 3 fechas y el camino es tan largo como sinuoso. Si no bancamos en este momento qué queda para las fechas restantes.
El discurso:
Las palabras son maravillosas y no voy a ser mala: creo en la buena voluntad de los hombres y en las buenas intenciones. Pero si nos quedamos sólo en eso: palabras y los hechos no condicen con lo pregonado, estamos en un serio problema. Todo muy lindo. Las palabras son hermosas pero los hechos, hacen doler la cabeza. La realidad es que Racing, con lo mal que está, con las carencias que poseen en todos los aspectos posibles, nos hizo precio. A Racing le pasó lo que habitualmente nos pasa a nosotros con River. Jugamos mejor y nos ganan o empatan. Independiente hizo un gol, totalmente inmerecido y después no hizo nada más. Independiente no pateó al arco. Inclusive, cuando llegó el gol, fue de un rebote y no algo elaborado o preparado. El Rolfi no tuvo posibilidades, no pateó al arco. ¿Higuaín de qué jugo? A ver, a mí el Pipita me gusta, me parece un jugador aguerrido, sin mucha técnica pero con unos huevos enormes. Contra Racing no se sabía de qué jugaba y por momentos, parecía poseído por pánico escénico. La línea de tres, con un planteo que parece un colador y que le permite a un rival llegar cómo quiere, es un suicidio. Dejarlo a Lucas Pusineri sólo en el medio, es matarlo. Pretender que Mareque corra como un trastornado yendo y viniendo es desgastarlo. Apostar a las genialidades de Rolfi es un error porque el Rolfi no siempre está al 100 % porque es H-U-M-A-N-O. A Dios gracias Gioda está siendo de lo mejorcito y saca, como puede, todo lo que le llega.
La marca
Otra vez por ahí. Otra vez Mareque, que viene haciendo bien las cosas, pierde la marca a último momento y se le escurre un jugador que le hace un gol a Independiente. Es cierto que Rodríguez desprotege sin adelantarse pero la marca es de Mareque que merece todos mis respetos por la actitud que deja en cada partido que le toca jugar. La marca, la marca. ¿No será la hora de empezar a practicar con pelota detenida en ataque y en defensa? Digo no porque esté loca sino porque Borghi no sólo no hace fútbol de 11 en la semana –sí, no juega 11 contra 11, sólo hace fútbol en espacios reducidos- sino que no practica defensa ni ataque con pelota detenida. Un detalle que quizás evalúe a partid de ahora, o no, pero quizás que se lo plantee sería bueno.
Fea la actitud
Capítulo aparte la actitud de algunos jugadores de Racing. Siento, insisto, que en la previa, los jugadores de Independiente respetaron el pésimo momento que Racing está viviendo. Desde el ángulo que lo mires están para atrás y no hubo un solo jugador de Independiente que no se apiadara de la circunstancia y no dijera que lamentan por lo que están pasando y que nadie quisiera estar en sus zapatos. En respuesta al respeto encontramos a Migliore agarrándose los testículos en clara búsqueda ofensiva a la hora de acercarse al arco de la tribuna de Independiente. El mismo Sosa, en lugar de disfrutar del empate y respirar un poco ante tanta malaria, se encargó de burlarse de la gente y de los mismos jugadores de Independiente con el apoyo de Yacob, que chicaneaba a la gente haciendo gesto de silencio. Al término del encuentro, se siguieron sucediendo las gastadas ¿? de los de Racing y la reacción de los de Independiente, lamentablemente no se hicieron esperar. Digo, ¿ganaron un título importante o siguen comprometidos con la promo? ¿Tienen los sueldos al día o le deben hasta a Edenor? ¿Se pueden dar el lujo de no alquilar más la cancha por lo bien que les va o sino la alquilan no pagan el gas de la pensión? ¿A Sosa después de que lo echaron del departamento porque Blanquiceleste no le pagaba el alquiler, en recompensa le regalaron un piso en Puerto Madero? Esta bueno divertirse con el folclore del fútbol de eso no hay dudas pero: Sosa, Yacob, Migliore, disfruten de un empate, griten como si hubieran ganado 7 Copas Libertadores o cómo si de golpe el abuelazgo de Independiente se hubiera revertido, griten cómo si fuera una victoria, disfruten de un empate, hagan lo que quieran pero la realidad los golpea todas las mañanas y seguramente las ganas de reírse se irán esta semana cuando una de esas cosas que sólo le pasan a Racing, les vuelva a suceder.
Por Débora D´Amato para InfiernoRojo.com
