Independiente empató 1 a 1 con Flamengo en el Maracaná y se consagró campeón de la Copa Sudamericana 2017. El Rojo jugó un tremendo partido, con garra y mucho coraje. Aguantó los avances del local y hasta pudo ganarlo de contra. ¡Festeje Independiente!
Fue una noche soñada para todo el mundo Rojo. Se jugó un partido bravísimo en un estadio más bravo todavía y con un clima más bravo que las dos anteriores. Y para colmo, el equipo no jugaba bien, estaba partido y cuando más o menos lo había emparejado, los locales se encontraron con un tiro libre inexistente a favor, que con inteligencia transformaron en gol.
Llegaban con mucha intensidad y parecía que se esfumaba el sueño, pero el Rojo sacó la mística a la cancha. Infló el pecho y emparejó el partido. Los delanteros comenzaron a llegar con profundidad, y así Independiente se ganó un penal. Ezequiel Barco, como si fuera un veterano puso las cosas 1 a 1 y a jugar otro partido nuevo.
En el segundo tiempo se vio la mejor versión del equipo de Ariel Holan. Se acomodó abajo, controló el mediocampo y no dejó circular al Flamengo. Y volvió a aparecer ese fantasma de la falta de gol… Independiente se habrá errado, fácil, tres goles “hechos”. Hasta si se quiere, terminó mereciendo la victoria.
Los minutos finales se hicieron eternos, pero el Rojo pudo gritar campeón. Pudo lograr otro Maracanazo, para desatar toda la euforia del plantel y cuerpo técnico, y todos los festejos que se propagaron por Avellaneda y el resto del país.
