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Casi nada cambió

Ganamos con un golazo en tiempo de descuento y dando vuelta el marcador en el gigante de arroyito, de donde hacia 8 años que no nos llevábamos los tres puntos. Hasta acá todo muy lindo…

Ahora cambiar, casi nada. Lo único fue el resultado, que no es poco, pero que a esta altura es menos importante que el funcionamiento colectivo y la integración del plantel de cara al próximo año.
La defensa volvió a cometer los mismos errores y tuvo la misma desconcentración y apatía de los últimos partidos. Mas allá de fallas en las definiciones de los jugadores de Central, de no ser por Assman (de lo mejorcito este campeonato) lo más justo hubiera sido irse al descanso dos o tres goles abajo. Y estamos hablando de un rival que va anteúltimo en la tabla de posiciones (el domingo anterior caímos frente al último, que perdió de local contra Argentinos, que venia de batallar por la copa 72hs antes).

Del medio para arriba tuvimos la misma falta de movilidad y sorpresa, teniendo prácticamente como único recurso los remates de afuera del área de Montenegro. Y si bien sobre el final del partido el equipo se dio cuenta que podía ganar y se plantó un poco más adelante, seguimos siendo inofensivos. ¿Alguien se acuerda de cuando fue la última vez que tuvimos más de un mano a mano con el arquero después de una jugada elaborada?

Todo esto se agrava cuando no aparece casi ninguna autocrítica. Si uno no ve los partidos y se basa en las declaraciones de los protagonistas llega a pensar que este equipo tiene mala suerte y que tendría que estar mucho más arriba en la tabla. Sin embargo no es así, esta donde se merece porque juega muy mal.
Para terminar vuelvo a pedirle humildemente a Pepé que empiece el recambio para ver quien se queda y quienes se van. Y sino, ojalá que ya lo tenga muy claro, porque no le queda mucho tiempo para sacarse dudas.

El sábado por ejemplo podría haberle dado unos minutos más a Luna, que ante River mostró ganas y fue para adelante, dos cosas que no abundan en este plantel. Hay jugadores como él, Puertas, Ledesma y Depetris (¿No se llegaron a preguntar si este chico realmente existe? ¿Alguien lo tocó o habló con él…?), que prácticamente no tuvieron ninguna chance de mostrarse en primera por distintas lesiones. Sería bueno saber si están a la altura de la camiseta o no y para eso nada mejor que verlos jugar. En la misma situación están los juveniles del club, sobretodo el Patito Rodríguez, quien nunca tuvo la continuidad necesaria para dejar de prometer y empezar a cumplir.

Al menos este triunfo sirve para arrancar con tranquilidad una semana en la que abrimos un paréntesis hasta el viernes para volver a pisar nuestra renovada casa, aunque no este terminada aún, después de casi dos años. Tratemos de dejar de lado los trasfondos políticos y la realidad futbolística del club, si es que se puede, para vivirlo de la mejor manera posible.

Javier Brizuela para Infiernorojo

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