Independiente, en su primer partido, empató ante la Lepra en un partido duro, pero en el que terminó con una mejor imagen. Buen comienzo del Rojo en los primeros 15 minutos, donde copó el medio y tuvo al equipo local en su campo. El rojo manejaba la pelota y el local se mostraba sorprendido.
Habíamos dicho que era un partido duro porque el rival se hace fuerte de local, pero Independiente jugó un buen partido, los jugadores estuvieron concentrados y también lograron llegar a posiciones claras.
Bien la defensa que sólo tenía algunas complicaciones con los centros ya que los de la Lepra tienen jugadores muy altos, pero que de todas maneras fueron bien controlados. Bien Gabbarini, que respondió muy seguro en cada intervención, hasta se lució en un cabezazo del delantero de Newell’s que llevaba destino de gol y que salvo en dos tiempos en una gran atajada. Salvo esa jugada, la Lepra no inquietó y pasado los primeros 20 del segundo tiempo se quedaron y sólo respondían con algún contraataque.
El Tolo, que había apostado todo, metió cambios alentadores y con mentalidad ganadora, Rodríguez, Gracián, González, apostaba al triunfo que pudo haberse dado con un poquito de suerte. Lo tuvo Mancuello antes de irse, después Gandín que el arquero Peratta sacó milagrosamente. Ya en los últimos minutos la Lepra se refugio en su campo, pero el Rojo en pleno ataque no pudo doblegarlos.
El Diablo
Acevedo fue la figura, con clase dominó el medio, quitando y distribuyendo con gran visión del juego, tuvo su oportunidad en un tiro libre impresionante que pasó cerca del arquero que se quedó parado ante la potencia del disparo.
El Mensaje
Diablitos y Diablitas, estos partidos cuando no se pueden ganar, no se deben perder, y en eso Independiente estuvo bien, bien porque jugó ante un rival duro, de visitante y en su primer partido del campeonato, ya sabemos que estos puntos en el final del campeonato tendrán un valor importantísimo, por eso ahora en el próximo partido a llenar el Libertadores y vamos alentar al Rojo que este año todo se puede dar.
¡¡Aguante el Rojo carajo!!
