Independiente cerró una semana perfecta desde todo punto de vista.
No sólo se gano un partido más de local (Gracias a ese otro equipo de Avellaneda por quitarnos de encima la racha). Se ganó a lo Independiente, cómo indica el manual del buen juego Rojo. Cómo nos enseñaron esos monstruos en tantas noches coperas.
El entrenador, una vez mas, leyó el partido con precisión (¿hace cuánto esto no pasaba?) y acertó con los cambios. Centro de Lucas Albertengo, gol de Walter Erviti. Y a cobrar. Holan está demostrando entender de manera absoluta el sentir de este Club, el pulso exacto de cada corazón diablo. A eso le suma laburo de verdad, coherencia y sobre todo capacidad.
Que sigan los éxitos. Si seguimos ganando y jugando así ¿quién sabe, no?