Independiente fue un desastre ante Arsenal y cayó por 2-1 en el Libertadores de América. El equipo de Daniel Garnero recién llegó al arco de la visita a los 45 minutos del complemento cuando Leonel Galeano, otra vez de cabeza, puso el descuento. Así, acumuló su tercera derrota en el campeonato en cuatro presentaciones y está último. La gente volvió a insultar a los dirigentes y a pedir por Américo Gallego.
La situación de Independiente es más que preocupante. La ajustada victoria ante Argentinos había traído un aire de tranquilidad a Avellaneda pero la triste imagen que dejó hoy ante Arsenal volvió a caldear los ánimos en el infierno. El tema no es sólo que se volvió a perder, por tercera vez en el torneo, sino que el equipo no jugó a nada, no generó nada y fue bailado por momentos por un livianito Arsenal.
El primer tiempo de Independiente fue absolutamente improductivo. Al equipo de Daniel Garnero no se le cayó una idea y sólo se arrimó al arco de Cristian Campestrini por medio de un centro de Nicolás Cabrera que finalmente pasó cerca del travesaño. Después, nada de nada. Pero nada.
Arsenal, con poco, fue más que el Rojo en la primera etapa y si no se fue arriba en el marcador fue por la impericia para definir de sus propios hombres y por la buena tarea de Adrián Gabbarini, quien le tapó primero un mano a mano a Mosca y sobre el cierre a Mauro Obolo.
Independiente no generó nada. Extrañó demasiado a Lucas Mareque y a Nicolás Martínez, punto alto el otro día ante Argentinos, pero que hoy estuvo apagado. Los de las bandas, Mancuello y Cabrera, aportaron poco y los de arriba casi ni la tocaron. Así, el mejor en la primera etapa fue Eduardo Tuzzio.
En el complemento, el Rojo no cambió ni un poquito la pálida imagen del primer tiempo, Arsenal siguió dominando y el gol, que parecía caer de un momento a otro, llegó: primero salvó Galeano sobre la línea luego de una definición de Luciano Leguizamón y después de una jugada del propio delantero, Sergio Sena apareció por detrás de todos y puso el gol de Arsenal.
A partir del tanto visitante, la gente pidió a Lucas Mareque, el técnico escuchó y lo mandó a la cancha. El lateral, quien hizo las veces de enlace, levantó un poco al equipo e Independiente insinuó una levantada, pero todo quedó trunco con el golazo de Gonzalo Choy a los 32 minutos. Chau partido y hola bronca generalizada hecha carne, nuevamente, en Julio Comparada y César Luis Menotti.
Sobre el cierre, tras un desborde de Patricio Rodríguez, Galeano anotó de cabeza un descuento que no hizo más que maquillar otra desastrosa actuación de este Independiente que extraña horrores a los interpretes de la temporada pasada. El panorama, pese al triunfo en la Sudamericana ante el pobrísimo Argentinos Juniors, pinta de gris a oscuro. Que el Diablo nos salve…
