Pablo Pérez mostró carácter para buscar la pelota y también para meter en toda la llave ante un Argentinos Juniors que fue superior a Independiente en cada línea.
Independiente no hizo pie ante Argentinos Juniors en toda la serie de 180 minutos. El Bicho fue ampliamente mejor en La Paternal e hizo su trabajo en Avellaneda. Quizás el único jugador del Rojo que mostró temple para plantarse ante un rival pegajoso y violento fue Pablo Pérez.
El mediocampista aportó fútbol y, cuando hizo falta, metió, trabó y luchó contra los embates de los dirigidos por Diego Dabove. Buscó la pelota, intentó asociarse y ser la manija del equipo, en ambos encuentros. Además, aportó con su cuota goleadora (metió cuatro goles en los últimos cuatro partidos). Es temperamental, pero en este caso fue inteligente y supo cuidarse para no ser expulsado en situaciones complejas.
Cuando no se deja llevar por reacciones que perjudican al equipo, Pérez es jerarquía. Es el mejor refuerzo de Ariel Holan desde el 2018. Llegó a Independiente saliendo por la puerta de atrás de Boca y rápidamente se ganó la titularidad, para no salir más, juntando experiencia y técnica.
