Emmanuel Gigliotti tuvo un partido irregular ante Alianza Lima, totalmente condicionado por el penal malogrado, que sin dudas cambió el destino del encuentro.
El Puma arrancó el duelo como ante Vélez, movedizo e intentando asociarse con el resto del equipo. Pero con el penal que falló, muy anunciado y débil, el cotejo para el delantero cambió rotundamente y prácticamente no participó del juego en lo que restaba de ese primer tiempo.
En la segunda mitad, con el equipo lanzado al ataque para buscar el gol, al atacante se lo vio más conectado, pero esperando una pelota adentro del área que nunca le llegó. Por momentos se lo notó perdido en el campo de juego, lamentándose la inmejorable situación de gol, por lo que Ariel Holan decidió reemplazarlo por Martín Benítez. Los hinchas lo despidieron con aplausos de apoyo, para que rápidamente supere la angustia y comience a embocar las que le quedan.
Dio cinco pases correctos, uno incorrecto, cometió una infracción, recuperó una pelota y remató sólo dos veces al arco. El Rojo generó situaciones en cantidad y con claridad, pero tanto a Gigliotti como a sus compañeros, le está costando cambiar las aproximaciones por gol y el Puma vive de eso, del gol.
