Emmanuel Gigliotti cumplió en Rosario, por lejos, su mejor partido desde que está en Independiente. Recuperó pelotas, ayudó en la distribución y, lo más importante, liquidó uno de los partidos más chivos que le tocó jugar al equipo hasta ahora.
Auspiciante lo de Emmanuel Gigliotti en el Estadio Marcelo Bielsa. En plena noche rosarina, el delantero aportó en el quite, en la distribución y, además, marcó un doblete para dejar nocaut a Newell’s Old Boys. ¿La única mancha? Le propinó una patada en la cara a Mauro Formica que bien podría haber sido tarjeta roja, pero Fernando Espinoza lo perdonó.
El primer gol, tras un jugadón de Ezequiel Barco. El juvenil de 18 años se encontraba por la izquierda cuando, tras dos enganches seguidos, le dejó la pelota en la cabeza al Puma para que este cabeceara solo y le cambiara el palo al arquero Luciano Pocrnijc, que solo fue un mero espectador de la jugada. ¡Hermoso gol!
El segundo tanto, tras un error de Sebastián Domínguez en el despeje. Luego de que Diego Rodríguez Berrini intentara habilitar a Gigliotti con un pase elevado, el defensor de la Lepra ganó de cabeza. Sin embargo, el delantero de Independiente se quedó con el rebote, se fue contra Pocrnijc y, luego de eludirlo con algo de suerte, definió de zurda con el arco vacío y estampó lo que, por entonces, era el 4-1. Goleada inesperada en Rosario.
En lo estadístico, el jugador de 29 cumplió un partido brillante. Dio 13 pases de los cuales acertó todos, recuperó dos pelotas y remató en 4 oportunidades, de las cuales dos terminaron adentro. Emmanuel Gigliotti llegó a Independiente para remediar la falta de gol y, hasta ahora, está cumpliendo con creces. Preocupa constantemente a la defensa rival y define las pelotas que le quedan para rematar. Sin embargo, debe tranquilizarse más a la hora de marcar, ya que faltas como las que cometió tanto con Newell’s como con Estudiantes, en otro partido no se las van a perdonar. ¡A seguir así!
