En el fútbol de hoy, los jugadores y el cuerpo técnico ya no son los únicos partícipes del espectáculo que se da cada semana en los campos de juego: los árbitros y sus asistentes cobran cada vez más protagonismo, generalmente por fallos desacertados.
Ante un nuevo clásico de Avellaneda donde están en juego mucho más que tres puntos, es vital que el encargado de impartir justicia cometa la menor cantidad posible de errores. Por eso, la designación de Héctor Baldassi, recientemente ubicado en el noveno lugar del ranking mundial que elabora todos los años la Fundación de Historia y Estadística de Fútbol, resulta casi una elección natural.
Oriundo de Río Ceballos (Córdoba), lleva 10 años al frente de los partidos de Primera División. Su estilo es más distendido que el de sus colegas, caracterizado por conversar con los jugadores para limar asperezas y guardar las tarjetas para cuando todo lo demás falla.
En cuanto a Independiente-Racing, intervino en siete ocasiones. El Rojo triunfó en tres (Clausura 2000 por 2-1, Apertura 2002 por 4-1 y Clausura 2006 por 2-0), mientras que los cuatro restantes terminaron en empate.
Durante estos choques, “La Coneja” fue testigo privilegiado de momentos como el gol número 250 de Independiente contra los vecinos, de la mano del Cuchu Cambiasso en el Clausura 2000, los golazos del Kun Agüero en el Clausura 2006, y hasta un encuentro donde las expulsiones en ambos bandos cambiaron varias veces el resultado de manos hasta que el festejo fue de los diablos gracias a goles de Montenegro y Silvera (Apertura 2002).
Pero también tuvo que presenciar cómo echar a Gustavo Costas del banco de Racing generó una revuelta popular, la misma que se repitió años después en la tribuna contra Fernando Marín en uno de los peores momentos de Blanquiceleste.
Con todo esto presente, el cordobés saldrá el sábado al césped en Parque Patricios. Le tocará un partido donde nadie quiere resignar nada y el resultado de adentro de la cancha repercutirá mucho afuera de la misma. Y él será el gran responsable de que sea lo más justo para ambos bandos.
Sebastián Herrera para Infiernorojo.com
