El primer encuentro del campeonato como local ha dejado una ingrata sensación. Dejando el fútbol de lado, el estado del Libertadores de América preocupa cada vez más. Sumado al problema del césped del cual ya se ha hablado y escrito demasiado, los inconvenientes estructurales del estadio son una materia que Independiente como institución sigue debiendo.
Hay falencias que deben ser mejoradas de inmediato, como la rotura del alambrado visitante que no permite que el público de la Sur Baja mire con tranquilidad los partidos. Frente a Vélez, fueron varias las agresiones recibidas por la parcialidad visitante hasta que la policía “reaccionó” después de 20 minutos.
La estructura donde se ubican las cabinas de prensa parece cada día más deteriorada. Ya dejó de ser algo provisorio y requiere un cambio urgente, para comodidad de los periodistas y por estética.
El sistema lumínico nos entregó otro papelón y fue el segundo en un año. Ojalá haya sido el último. Porque cada vez que se suspenda un partido, son las arcas de la institución las que lo van a lamentar además de los jugadores, cuerpo técnico y simpatizantes que tengan que volverse a casa.
Las mencionadas anteriormente son necesidades básicas que deberían ser modificadas en lo inmediato. Sobre todo, para la comodidad de los socios. Como secundario quedará el resto de las obras. Ascensores que nunca funcionaron en las Gargantas del Diablo, paredes remendadas con tablones de madera, goteras, terminación de la torre número 4 para aumentar el número de espectadores, etc.
Lejos quedará el pedido para que se termine la Bochini o la Garganta n°3. Y más lejano aún, el sueño de verlo techado. Algo utópico de pensar por estos tiempos.
No hay tiempo para buscar viejas o nuevas culpas. Hay que actuar inmediatamente para presentar una cancha acorde a lo que marca la historia de Independiente.
Ya que todo parece indicar que Piatti va a jugar en San Lorenzo y el club se va a estar ahorrando una suma importante de dinero sería bueno que se cierre la persiana en cuanto a incorporaciones y se confíe en el nuevo plantel que se armó para esta temporada. El noveno refuerzo debe ser el estadio.
