Pasaron 24 horas luego de la dura derrota frente a Boca y, ya en frío, es necesario hacer un análisis de la dolorosa eliminación del campeonato cuando parecía, hace unas fechas, que era difícil perderlo. Jugadores, cuerpo técnico, hinchas y dirigentes, todos tienen culpa en este fracaso, repasemos.
Si arrancamos por el cuerpo técnico tenemos a la cabeza al Tolo Gallego. Llegó con el consenso de todos pero luego fue ganando críticas en su contra. Muchos opinan que no se parece al Tolo ganador que se vio en su anterior paso por Independiente, jugándosela siempre por ir al frente, preocupándose más por el arco rival que por el propio y atacando sin importar el resultado parcial, ya sea perdiendo, empatando o ganando, incluso por 1 o más de 2 ó 3 goles.
Este Gallego versión 2009/2010 no se le parece en mucho. Fueron demasiados los partidos que Independiente comenzó ganando y terminó sufriendo luego, por sacar delanteros y no cruzar la mitad de la cancha, finalizando por rivales como Racing o Arsenal en el mismísimo “Libertadores de América”. Por otro lado, a esta nueva versión de Gallego no se la ve muy feliz con la gente de Independiente: reiteró en varias oportunidades que los hinchas están nerviosos, que son muy exitistas y que no tiene paciencia. ¿Te parece que no tiene paciencia?
Es la única hinchada que hizo tres banderazos de apoyo a este plantel, acompañó a los jugadores en caravana y llenó todos los estadios donde jugó el “Rojo”. Esta gente a la que Gallego llama exitista hace 8 años que no tiene una alegría, que se bancó goleadas históricas en contra en estos últimos años y se aguantó jugar en otros estadios durante tres años ¿Se le puede pedir algo más a la gente? Estas declaraciones cayeron muy mal entre los hinchas, aunque claro, la opinión está dividida, algunos todavía lo bancan porque levantó este plantel, lo revalorizó y peleó dos campeonatos.
Lo último a analizar de Gallego son algunos caprichos que tuvo con ciertos jugadores y que lo llevaron a perder puntos clave. El campeonato pasado regalo medio torneo jugando con Fernando Godoy de doble cinco, cuando está claro que el juvenil de Independiente no rendía en ningún partido jugado, teniendo en el banco a otro chico de inferiores como Sergio Vittor, que cuando le tocó, cumplió.
Algo parecido pasó con Darío Gandín, el delantero que él mismo había recuperado. Bajó notablemente su nivel en este campeonato y el “Tolo” optó por dejarlo entre los titulares, perdiendo goles increíbles abajo del arco. Cuando escuchó el reclamo de la gente lo puso a Núñez, pero ya era tarde.
Y otro caso muy extraño, el de Leonel Galeano, terrible promesa de Inferiores que la venía rompiendo y luego de cumplir la suspensión de tres fechas, en lugar de ponerlo en su puesto habitual, lo colocó de lateral derecho cuando no tiene esas características, estando clavado sin proyectarse y teniendo a Vallés en el banco de suplentes, un chico que cruza la mitad de la cancha e intenta desbordar siempre (de ahí vino el penal vs. Boca de ayer por la tarde) y tuvo buenos partidos en Independiente.
Ahora, tras su partido con Boca, dijo estar lejos de renovar ya que se tienen que cumplir muchas cosas, entre ellas, traer jugadores de jerarquía. Si bien tiene razón que se necesitan hombres de experiencia para ser campeón, la semana pasada dijo estar a punto de firmar y contaba con este mismo plantel.
El cuerpo de ayudantes de Gallego también tuvo lo suyo. Muchos dirigentes comentan por lo bajo la mala preparación física que tiene este plantel. En el segundo tiempo ante Boca, a muchos se los notaba que no podían levantar las piernas, mientras otros ven como Estudiantes, jugando dos partidos por semana, corre el triple.
Para darle un punto positivo a Gallego, tuvo tres jugadores clave con duras y largas lesiones: Matheu, Busse y Gómez, sumándose por algunas fechas durante el campeonato Tuzzio, Piatti, Mancuello y Acevedo. Y por otra parte recuperó a Lucas Mareque (con el pedido de Menotti), quien se transformó en la figura de Independiente.
Si vamos al análisis de los jugadores, el primero que sobresale de este es Darío Gandín, figura en el torneo anterior, que en este se pareció a un reflejo de los anteriores, sin ganas y sin gol, y a todo esto sumó la pelea con los hinchas tras el gol con River, donde festejó con un “Topo Gigio”. Luego pidió disculpas, pero se sabía que a la primera que le salía mal la hinchada de Independiente se la devolvía. Y así fue, erró goles increíbles y la gente estalló con el capitán (en referencia a esto ¿dónde se vio en un equipo que un capitán es el primer cambio todos los partidos?).
Por otra parte, y acompañándolo en la delantera, figura Andrés Silvera, amado por la gente. El delantero no es el mismo de 2002 y, si bien no se puede discutir su tremenda calidad, físicamente está muy por debajo de un delantero promedio del fútbol argentino.
A esto se le suma volantes que no hacen goles, (difícil encontrar en un equipo campeón), ni tan solo pisan el área rival, y defensores que tampoco cabecean en el área contraria (sacando como excepciones a Tuzzio frente a Chacarita). Esto como resultado tuvo al equipo menos goleador de los cuatro que pelearon el torneo.
A su vez, tampoco se tuvo la figura de un caudillo que hablara con el arbitro y que le pegara una piña a una puerta del vestuario en el entretiempo para levantar a los jugadores (Milito, cuánto se te extraña), tampoco tuvieron amor propio y cuando debían meter en serio, como con San Lorenzo, Huracán y Boca, ninguno lo hizo.
Y por último, mostraron un poco (bastante) de frialdad, cuando el viernes por la noche antes de jugar con Boca, más de 1000 hinchas se presentaron en la puerta del hotel y tan sólo salieron por la ventana para saludar Gabbarini y Mareque, por lo cual muchos hinchas se sintieron un poco defraudados y se retiraron enojados, ¿tanto costaba salir a saludar por la ventana unos minutos a toda esa gente que fue para alentarlos?
En el ámbito dirigencial también hubo errores. El primero y principal es que se necesita más peso en AFA, un dirigente que tome las riendas en la institución mayor del fútbol argentino y que se plante en serio, con la designación de árbitros, el horario y día de los partidos, y otros aspectos que “ayudan” a dar ese empujoncito para salir campeón. Si la relación es mala como al momento, difícil será que esto ocurra y menos aún con un dirigente sin peso de Independiente que represente al club en dicha asociación.
En cuanto a refuerzos, tal vez, faltó alguna que otra incorporación más de jerarquía, alguien con experiencia que sume dentro del vestuario y que ayude en los momentos difíciles de los partidos, hablando y metiendo.
Por último está la gente, ¿se le puede atribuir un poco de culpa en esta perdida de campeonato? Difícil, siempre llenó los estadios, alentó en todos los partidos y realizó masivos banderazos y caravanas. Tal vez se pecó un poco de ansiosos por las ganas de ganar este titulo, y de la tribuna bajaban esos clásicos murmullos que a los jugadores los ponen nerviosos cuando las cosas no salían. Pero claro está que si hablamos de porcentajes, la hinchada tendría mucho menos del 10% de culpa.
En el fondo lo sabíamos, no merecíamos salir campeones, ganarle sufriendo a Arsenal o Racing de local, perder con Gimnasia, San Lorenzo y Boca (equipos que andaban muy mal en el campeonato), festejar triunfos con los huevos en la garganta colgados del travesaño o rezándole al genial Gabbarini, sinceramente, no es la forma de Independiente. ¿Que lo íbamos a festejar igual? Seguramente, pero no estamos acostumbrados a hacerlo de esta manera, no es así la historia de Independiente. Simplemente peleamos porque equipos como Boca y River están arruinados, y Estudiantes, Vélez y Banfield jugaron la Copa. Pero con sólo uno de ellos tres que se preocupó un poquito cuando quiso hacerlo, hoy está puntero y a punto de salir campeón: Estudiantes.
Punto final de la ilusión, se perdió otro campeonato, pero mucho antes de ayer, más precisamente con San Lorenzo. Esperemos que se aprenda de todos estos errores para que el próximo torneo o en la Copa Sudamericana no pase lo mismo. Cuerpo técnico, jugadores, dirigentes e hinchas, todos tienen culpa, el que esté libre de pecados, que arroje la primera piedra.
Y para vos, ¿quién tuvo mas errores en esta dolorosa derrota?
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