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El rol del hincha: Caminar todos juntos

No se descubre nada si uno afirma que son momentos difíciles los que vive Independiente. No solo en lo futbolístico. El flaco promedio no es lo único que atormenta al pueblo rojo.

Lo que pasa fuera de un campo de juego también juega mucho. La política sigue muy latente, tanto que hasta parece confundirse con una época eleccionaria. Cruce de declaraciones, acusaciones y promesas están a la orden del día y todo generado por este presente que marca una situación complicada en cuanto al promedio del descenso.

Si bien para la meta final aún faltan 31 obstáculos más, la realidad marca que el más dificultoso es el del próximo sábado. Porque Independiente debe dejar de proyectar a futuro, de sacar cuentas a largo plazo y centrarse de una buena vez en ponerse como objetivo el próximo partido. Por esa necesidad de cortar la racha de 14 partidos sin victorias en el torneo local que parece eterna, por la extrema ansiedad de ver sumar al equipo que dirige Gallego. Ya nadie pide que sea jugando bien al fútbol, lejos ha quedado esa exigencia de paladar negro que tanto caracterizó al hincha de Independiente. Hoy solo sirve ganar. Y All Boys debe ser el punto de despegue definitivo.

Entre tanta pálida, a veces es bueno mirar el medio vaso lleno. En la próxima jornada, si se dan una serie de resultados, Independiente hasta puede quedar fuera de la zona complicada. Obviamente que es difícil y que esta lucha se irá definiendo semana a semana, pero por que no ilusionarse con agarrar el diario el lunes y verse un poco más aliviado.

Pero para pensar en positivo, todo el mundo Independiente debe caminar junto. En el ámbito dirigencial es complicado. Sin embargo, los hinchas hoy son capaces, junto con los jugadores, de cambiar el destino deportivo de un partido. ¿Cómo? Acompañando, alentando y apoyando. No desde el minuto cero, sino desde antes. El banderazo organizado para alentar en la puerta de la concentración es una gran iniciativa del hincha y una muestra de amor por la camiseta. No importa quienes salgan a la cancha, el espaldarazo de los que verdaderamente sienten los colores tiene que estar ahí. Firme, como siempre.

El ejemplo claro lo dio River hace muy poco tiempo. En un clima de hostilidad terminó cayendo en el peor escenario para un grande del fútbol argentino. Esa mancha les durará por toda la eternidad. Hoy solo quedan 2 equipos con ese orgullo de no haber bajado de categoría. Por eso, cada minuto de los 2790 que quedan, los jugadores y los hinchas deberán defender a muerte. Cada uno desde su lugar. Los de adentro, dejando la vida en cada pelota. Los de afuera, llenando el estadio y dejando la garganta tan roja coma la camiseta. Siempre para alentar y apoyar al equipo en la victoria o en la derrota. Ya habrá tiempo para criticar, no es este el ideal.

#IRTV ¡Que se sienta en el Monumental!

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