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El Rolfi vs. Boca

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Los partidos contra Boca han marcado a Independiente y sus referentes no son la excepción. En el caso de Montenegro, las estadísticas son llamativas: el Rolfi no ganó ningún encuentro ante el equipo de la Ribera vistiendo la camiseta roja.

En toda su carrera profesional jugó 17 partidos. Tuvo 1 triunfo, 6 empates y 10 derrotas. En ellos, convirtió 2 goles.

Su primer partido fue jugando para Huracán el 26 de mayo de 1997, cuyo resultado fue 1-1, con goles de Martínez y García. Montenegro pudo empatar el encuentro, que hasta el momento era para los xeneizes, con un remate preciso que Guzmán desvió al córner. Al año siguiente, por el Apertura ’98, fue, junto con Sixto Peralta, el dueño de la pelota, pero su gol a los 18 del segundo tiempo sólo sirvió para descontar en un 6 a 2 favorable para el rival.

Luego de ese torneo, fue transferido al Olympique de Marseille, para llegar en el Clausura 2000 a Independiente como uno de los refuerzos más importantes con los que contó Enzo Trossero. Empezó con el pie izquierdo, ya que su nuevo club resultó vencido por 3 a 1, si bien logró una momentánea igualdad gracias a una pared con Jorge Martínez, que terminó en gol de este último.

Su historia continuó en el Olympique de Marseille, Real Zaragoza, Osasuna y Huracán, para luego volver a formar parte del plantel rojo. Esta vez le fue mucho mejor, ya que se consagró campeón del Apertura del mismo año. El duelo entre diablos y xeneizes (1 a 1 en Avelleneda) fue decisivo, con el siempre recordado cabezazo de Pusineri.

Quizás dormido en los laureles, su nivel bajó en el Clausura 2003 y hasta estuvo en el banco varias fechas. Finalmente, pasó a River, donde salió campeón del Clausura 2004 y, al mismo tiempo, se dio su único triunfo por 1 a 0 en la Bombonera. Tras jugar hasta mediados de 2005 en el Saturn de Rusia, volvió a la Argentina para estar una temporada más en el conjunto de Núñez y luego, volver a Independiente a partir del Apertura 2006.

De su última etapa con la casaca roja, dos partidos son tristemente célebres, y ambos fueron el año pasado en la Bombonera con idéntico resultado: 1 a 1. El primero, en el Clausura, motivó la aparición de una bandera en el entrenamiento que gritaba: “Poniendo más huevo se ganaba”, en alusión a que, a falta de Palermo en el rival, y jugando todo el segundo tiempo en ventaja, el marcador del partido debería haber sido, mínimamente, un triunfo.

En tanto que el segundo, disputándose el Apertura, estuvo plagado de polémicas. No sólo por el gol de Núñez anulado y hasta con presuntas manipulaciones en las repeticiones de la televisión, sino porque Lunati expulsó al 10 de Independiente tras el aviso de un juez línea que supuestamente no fue autorizado a reingresar a la cancha tras un golpe que lo obligó a salir.

Este domingo, Montenegro tendrá la oportunidad de revertir los fríos números de las estadísticas y, al mismo tiempo, este mal presente del Rojo. La fiesta ya esta preparada para comenzar en la tribuna, esperemos disfrutarla también en el campo de juego.

Por Sebastián Herrera para InfiernoRojo.com

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