Consumada la derrota frente a Lanús, es momento de parar la pelota y replantearse el presente para poder organizar el futuro donde el margen de error se va achicando minuto a minuto.
Teniendo que realizar una buena campaña para escaparle a la zona baja, hoy Independiente se ubica en la 17° posición y solo cosecha 13 puntos, aunque debe un partido. Nunca pudo salir de los puestos de descenso. Quedan siete fechas para la finalización del campeonato y hay que sumar una gran cantidad de puntos para despegarse de los de abajo y achicarle a los de arriba. Y para colmo, volvieron los viejos problemas de lesiones.
En lo que va del torneo, salvo Paulo Rosales, el resto de los refuerzos han sufrido lesiones musculares que los apartaron de una buena parte del campeonato. Esto hace que el Tolo Gallego no logre cortar esa racha eterna de no poder repetir un equipo de un partido a otro. Y la explicación es sencilla: ninguno de los que llegaron pudieron realizar la pretemporada completa a la par del grupo y sin lugar a dudas, eso pesa. Si se le suma que el equipo tiene un calendario exigente entre copa y campeonato, las cosas se dificultan de cara a lo que viene.
El domingo Independiente tiene una final donde el único resultado que sirve es traerse los tres puntos. Y en el medio, está el partido revancha frente a la Universidad Católica.La derrota ante Lanús tiene que servir para reordenar los objetivos y las prioridades: tirarse al torneo internacional puede costar muy caro. Mientras los resultados se venían dando y el plantel estaba casi en su totalidad disponible, era un sueño que podía alcanzarse. Hoy con este panorama, con bajas fundamentales como la de Morel Rodríguez y con jugadores que no están al 100 por ciento o vienen sufriendo el desgaste de la acumulación de partidos, Independiente no está en condiciones de seguir arriesgando la permanencia.
Es una lástima, porque alcanzar la 17° Copa siempre va a ser una tentación para el hincha del Rojo. Y más para Gallego, que nunca pudo alzarse con la gloria de un torneo internacional y es su cuota pendiente. Ni el dinero que ingresa por pasar de fase debe cegar. Las metas deben estar claras a partir de ahora. Engrosar el promedio es lo primero, lo segundo y lo tercero. Ya no se puede regalar nada. Si un equipo alternativo puede seguir avanzando en la copa, bienvenido sea. Pero los mejores jugadores tienen que ser preservados para jugar únicamente el campeonato local. Lamentablemente, no queda otra.
