Se ganó. Tras una semana dura se consiguió el objetivo: los trespuntos. Gimnasia y Esgrima La Plata no fue una dura contraparte perosi tenemos en cuenta que en muchas oportunidades nos costó como rival,vale este resultado. El rendimiento colectivo fue variado pero lo importante es el score final.
Jamás pensé que destacaría eso por sobreel juego pero, en el fútbol moderno parece que quienes amamos loscaños, las gambetas y el “jogo bonito” somos literalmente unosutópicos. No reniego, sólo me cuesta destacar algo así cuando elrendimiento en sí, fue de dudoso gusto.El primer tiempo fue mediocre y ordinario, muy del nuevo milenio. Sedestacaron más las banderas en contra de Pedro Troglio que el juego ensí. No concuerdo con las banderas que lo señalaban como “cagón”. Creoque Pedro se quedó disfónico pidiendo que vayan al frente y losjugadores, quienes a mi criterio inicial jugaron con “temor”, a ladistancia y ya más fría, me animo a decir que jugaron con suscapacidades al máximo y más no pueden dar. Enojos aparte, laslimitaciones son para todos los seres terrenales, parte de nuestrasvidas.
Somos limitados para algunas cosas y sobresalientes para otras.Independiente carece de algunas virtudes en reiteradas ocasiones yabunda de actitud en otras y son contados con los dedos de una manolos que tratan bien a la pelota con estilo y categoría. Ojo, el fútbolactual es de esta manera pero con Independiente, me cuesta asumirlo.
Lo que más critico es la ausencia de “actitud” a raíz de ausencia devirtudes. Me cuesta asimilarlo cuando se trata de mi amado club. Perono asumir algunas limitaciones significa no ser realista. Ojo, a no confundir “limitaciones” con “críticas desmedidas”. Las virtudes y laslimitaciones las tenemos todos los seres de esta tierra.
El punto estáen saber llevarlas con altura y tratando de destacar lo que más noscuesta y mantener las que nos sobra.El segundo tiempo fue distinto. No por los goles en sí, sino por latan añorada y preciada “actitud”. No sobró fútbol pero hubo losuficiente como para quedarnos con la victoria. Las líneas en generalse mantuvieron y nadie desentonó. Sí, es cierto, el uruguayo Rodríguezviene haciendo un buen papel hace varios partidos. Sigue sin gustarmecómo juega pero está cumpliendo.
Una cosa no quita la otra, vio.La presencia de Patricio Rodríguez fue cuota parte casi fundamentalpara el resultado. Grisales se quedó afuera porque su avión no lotrajo a tiempo a Buenos Aires. Casualidad o causalidad, Patito se pusoel overol y estuvo a la altura de las circunstancias. Es claro que lefalta un golpe de horno, es muy niño, pero comenzar a foguearlo noestá nada mal.
Machín salió y Patito entró para ponerle la desfachatezde un chiquitín con mucha hambre y mucha “actitud” más allá de lascualidades notables que tiene para tratar el balón.Me llamó la atención arrancar con un doble cinco pero el ingreso de lanueva promesa potenció y liberó a Montenegro y a Denis. Ahí el Rojotuvo la actitud que le reclamé ante Boca y supo llevarse por delante aGimnasia.Insisto, la actitud de Rodríguez le prendió la luz de alerta a Pedritoque seguramente empezará a meterlo en el equipo de a poco.Independiente es inestable, como el fútbol en general: un día bien y otro mal.
Por Débora D’Amato para InfiernoRojo.com
