En el estreno de Américo Gallego, Independiente cometió demasiados errores y cayó por 5-1 ante Lanús, que quedó como único líder del certamen. Cuatro de los goles del equipo de Luis Zubeldía se produjeron tras fallas de jugadores de un Rojo que fue al frente hasta el final pero que terminó dejando una triste imagen. Federico Mancuello marcó el transitorio empate, mientras que los tantos del ganador fueron obra de Diego Valeri y José Sand -4-.
El Rojo arrancó con todo. Muchas ganas, mucho toque, mucho abrir por los costados, cositas que se esperaban de este “nuevo” equipo del Tolo, pero también hizo mucho de lo que no debe si quiere aspirar a más: desatenciones y errores infantiles.
Pese al buen inicio, rápidamente Lanús se puso en ventaja: Lucas Mareque no despejó en el fondo una pelota que pedía un toque afuera y la perdió con Eduardo Salvio, quien envió un centro que finalmente Diego Valeri, tras un par de rebotes, consiguió mandar al fondo del arco de Fabián Assmann.
Pese al tanto, Independiente no renunció a sus convicciones y siguió imprimiéndole un tinte ofensivo a su juego, principalmente desde los pies de Federico Mancuello, Daniel Montenegro y Leonel Ríos, apoyados en el liderazgo desde el medio de Lucas Pusineri.
Así, el Rojo comenzó a acercar peligro al arco de Carlos Bossio, primero con un remate de Rolfi que se fue por encima del travesaño y luego con la jugada que terminaría en gol: Sergio Vittor pateó desde lejos, la pelota rebotó en Santiago Hoyos y Mancuello definió cruzado, luego de capturar el rebote, estableciendo el merecido 1-1.
Lanús sintió el golpe que significó la igualdad y casi no volvió a generar acciones grupales ni individuales. ¿Independiente? Mucho control de balón, toque rápido y triangulación, aunque con poca profundidad.
Y cuando mejor estaba el Rojo, Lanús le asestó un golpe durísimo: a tres minutos del final del primer tiempo, Leonel Núñez falló en el primer palo tras un tiro de esquina y Sand, solo, marcó el segundo gol de su equipo.
En el complemento, Gallego salió a jugársela: puso a Darío Gandín, Hernán Fredes y Federico Higuaín y sacó a Leonel Ríos, Sergio Vittor y Lucas Mareque, respectivamente, pasando a defender con tres atrás. Así, era la gloria o Devoto. Y fuimos presos…
Pese a acumular hombres en ofensiva, Independiente no volvió a inquietar a Bossio y, por el contrario, Lanús aprovechó los espacios que quedaron atrás y selló la goleada gracias al olfato goleador del oportunista Sand, quien anotó tres goles más (79′, 88′ y 93′) para decretar el doloroso 5-1 final. Hay mucho por trabajar, tengamos paciencia.
