Tras la derrota sorpresiva del Atlético de Madrid 0-3 ante el Málaga, Sergio Agüero arribó a la Argentina para sumarse al seleccionado nacional de cara a lo que será “una final” ante Brasil, por las Eliminatorias Sudamericanas del Mundial Sudáfrica 2010.
El Kun la venía rompiendo. Goles en los amistosos de pretemporada, jugadas desequilibrantes, figura destacada de la clasificación a la fase de grupos de la Champions League (le marcó dos veces al Panathinaikos, una en Grecia y otra en España para el 5-1 global) y golazo en el partido ante Rusia con la Selección Argentina.
Sin embargo, no todas son buenas. Justo unos días antes del gran clásico sudamericano, Argentina-Brasil en Rosario por Eliminatorias, el Kun vivió una tarde para el olvido. Ojo, en realidad Agüero fue el único que se salvó en la paupérrima presentación del conjunto de Resino, que cayó 3-0 ante el Málaga con goles de Baha, Manu y Torres.
Así las cosas, y pese a ser una de las dudas de Diego Maradona, Agüero le saca una gran ventaja a Tevez y sería el indicado para acompañar a Messi en el ataque. Esta tarde, al llegar al país aseguró: “En las Eliminatorias hay que ganar como sea. Este partido hay que ganarlo con huevos. O con otra forma. Pero hay que ganarlo. No hay que pensar que vamos a perder. Estamos pensando en que es una final, que tenemos que ganarla. Acá nos jugamos la clasificación”.
Además, en referencia al cambio táctico de Maradona, su suegro, afirmó: “Nosotros cumplimos con lo que dice el técnico. Nosotros no opinamos”. El seleccionador plantaría un 4-4-2 más defensivo y relegando la creación de peligro sólo en dos puntas. Claro, si esos dos son Messi y Agüero, a simple vista, parece que alcanza y sobra.
