Todos esperábamos el regreso del fútbol. La emoción de participar en una Copa Internacional, la Sudamericana, generó más expectativa aún. Inclusive, la sorpresa de las incorporaciones provocó curiosidad y el discurso del Bichi Borghi, intimó a la ilusión. El primer partido contra Estudiantes dio un balance más positivo que negativo. Y se pudo ver, al menos desde mi humilde punto de vista, lo importante que es adueñarse de la mitad del campo de juego. Ledesma, ese que siempre hizo un buen papel pero su perfil bajo nunca lo puso en los primeros planos, hizo una vez más lo que venía haciendo y significó cuota parte fundamental para que Independiente aprobara el partido de ida. Es cierto, Estudiantes no fue una maravilla y había iguales expectativas con su rendimiento pero Independiente supo sacar la ventaja con inteligencia, la que tuvo el entrenador para arriesgar correctamente en los cambios. Es probable que alguna vez le pifie en la decisión pero en esta primera etapa, le dio en la tecla.
Claro que luego del partido por la Sudamericana, el Apertura también ilusionó. El partido fue feo y la clave fue la misma pero inversamente al partido anterior. No supimos adueñarnos de la mitad del campo de juego y el resto es historia conocida. No es que no tenga ganas de hacer una análisis del partido, sólo que pretendo escribir de un tema particular que en la semana me hizo reflexionar tras varias charlas con gente de Independiente y de Racing. Eso sí, a este equipo le tengo fe y le daré margen de error porque hubo repuntadas interesantes como la de Gioda que parece ir recuperando la confianza de sus épocas de Lanus.
El punto que me inquietó fue la contratación de Hilario Navarro. Escuché en reiteradas oportunidades: “Comparada no tuvo ética. Le sacó un jugador al equipo que le da la cancha para que juegue”. Me puse a pensar si este país o la gente que lo integra, sabe lo que es la “ética”. Con leer los diarios o transitar por la vida misma, notaremos la variante de “éticas” que nos rodean cotidianamente. No voy a hacerme la estricta pero no sentí que Independiente haya obrado con ausencia de ética con la contratación del correntino.
La situación de Hilario era así: Racing tenía la prioridad y si quería hacer uso de la opción por su arquero tenía que desembolsar 450 mil dólares. Recordemos que en el medio de todo esto, los jugadores de Racing sufrieron cheques rebotados, ausencia de pagos y todo lo que ya conocemos. Lo cierto es que tras la salida de Blanquiceleste S.A. y el ingreso del Órgano Fiduciario las cosas no cambiaron demasiado. Llegó la fecha tope y no sólo no hicieron uso de la opción sino que al haber quedado en esa posición, Hilario era jugador libre y su pase pasó a valer 1 millón de dólares. Diez días fueron los que esperó Hilario para arreglar su continuidad en Racing. Insisto, piensen en el entorno y en las falencias que no sólo Navarro, sino todo el plantel sufrieron en los últimos tiempos. ¿Qué confianza podía tenerle a gente que le debe dinero y que cuando lo quiso calmar con el pago, le dio un cheque que rebotó por ausencia de fondos? Muchos no saben cómo se dio la negociación y está bien que no se haya sabido pero también está bien que se sepa. Fue el mismo jugador el que quiso cruzar de vereda. El pase estando en su poder le permitió animarse a dar el paso. ¿Independiente lo fue a buscar? En absoluto, pero la idea sedujo inmediatamente por un simple motivo: Assman es probable que sea vendido y si bien Gabbarini y Rodríguez (segundo y tercer arquero) tienen condiciones, hay que pensar a futuro y en probables ventas o lesiones. Es cierto, Hilario viene de una lesión y se está recuperando. Y justamente por eso y por la posibilidad de recuperarse sin apuro fue que resignó dinero e hizo todo lo posible por cruzarse de vereda. 600 mil dólares por el 100% de su pase y con un contrato de 3 años es buen negocio porque Navarro es buen arquero. ¿Es eso falta de ética? Yo creo que antes de lo sucedido con Hilario, sucedió lo de Nico Sánchez y lo Federico Nieto. ¿Qué le cabe a Estudiantes y a Banfield con dos jugadores que estaban entrenando porque su pase estaba al caer y se los llevaron? ¿Se manejaron sin “ética” o hicieron negocios?
Ah, hay un detalle que no quiero dejar escapar. Racing o el bendito Órgano Fiduciario, no nos ceden generosamente su estadio. Cobran un alquiler que les significa ingreso de dinero, algo que hoy por hoy para Racing es fundamental. Alquilan su estadio porque necesitan el dinero lisa y llanamente.
Por eso, y por todas pavadas que escuche entorno a la contratación de Navarro me sedujo escribir sobre este tema y no sobre el equipo en sí, pues pretendo darles tiempo y reconozco que las pinceladas del Bichi, se van viendo y me van gustando. Hay que darle tiempo al equipo pero en el mientras tanto, van por el buen camino.
Por Débora D´Amato para InfiernoRojo.com
