Independiente empató un partido contra un rival brasilero que, con lo mostrado en cancha, no reflejó la tradición ofensiva y vistosa de esa gran nación futbolera. Pero el Rojo tampoco desplegó su buen fútbol, y aquí analizamos las claves que llevaron al empate, independientemente del fallo de Conmebol.
Poca generación de juego: Está claro que fue el gran déficit del equipo de Ariel Holan en la noche del martes. Tuvo la pelota, la iniciativa, pero aún así se lo vio falto de ideas al llegar a los tres cuartos de cancha. Ahí estuvo la principal clave del empate.
Alternancia en un puesto clave: Las ausencias de Martín Benítez y Silvio Romero se hizo notar mucho. Es habitual repetir que el triplete ofensivo habitual no es el ideal, sin embargo contra el Santos se extrañó. Al equipo le faltó explosión arriba, y ambos hubieran sido grandes soluciones.
Entró en el juego brusco y cortado: Santos no pareció un equipo brasilero. En lugar de tocar, eludir y gambetear, los jugadores de la visita se dedicaron a cortar el juego constantemente. E Independiente entró lamentablemente en ese juego. El partido se hizo cortado, discontinuo, por momentos tedioso. Clave para el 0 a 0.
Rival austero: Que el partido haya sido un empate sin goles habla de falta de méritos para abrir el marcador de ambos equipos. Lo cierto es que el visitante nunca tuvo iniciativa ofensiva; de hecho, no tuvo un solo remate al arco. La más clara fue un desborde por derecha dentro del área que terminó rechazando la defensa del Rojo cuando ya se acercaba al arco. Nada más, clave también para el 0 a 0.
Defensa cerrada: Pese a las preocupaciones por una defensa que no es la titular, y pese a que Santos no fue un rival ofensivo, la realidad es que llegaron con muchos pelotazos y centros aprovechando la altura de sus jugadores. Pero el Rojo contuvo bien prácticamente todos. Era uno de esos partidos típicos que el visitante los abre de contra o con algún centro. Santos no pudo.
