El jueves 15 de Abril de 1965, Independiente aplastaba en la final 4-1 a Peñarol, de Uruguay y se apoderaba así, por segunda vez, del reinado de toda América. A continuación el grato recuerdo de un equipo que irradiaba mística y gloria. Sin dudas el mejor embajador argentino en el exterior de aquella década.
“¡Nadie creyó en Independiente!”, se descargó con bronca David Acevedo. “Créanme este triunfo es el más grande de mi vida como técnico”, exclamaba Manuel Giúdice. Voces efímeras, escasos testimonios. Minutos antes Independiente emprendía una desaforada vuelta olímpica en Santiago; sin embargo, nadie quería hablar “En un principio la idea era sólo celebrar internamente, festejar en el vestuario”, confesó hace unos años Chivita Maldonado.
El grupo continuaba dolido. En aquellos tiempos las críticas hacía el Rojo eran frecuentes y se agigantaron tras la derrota ante Peñarol en Uruguay (1-3). No sólo se escribió sobre el pésimo planteo táctico de aquel match. Algunos hasta pronosticaban que ya todo estaba perdido… Evidentemente ignoraron que le habían tocado el orgullo a un grande. Le habían faltado el respeto al futuro Rey.
En búsqueda del bi. En 1964 el Rojo venía de levantar la primera Copa para nuestro país (1-0 vs. Nacional). Pero el trofeo tan deseado ya no era el mismo: diseño y tamaño, intocables. Lo que había mutado sorpresivamente era su denominación: la Copa de Campeones de América, pasaba ahora a llamarse Copa Libertadores de América. Un nombre mágico. Por Avellaneda no demoraron en aprenderlo.
El camino a la gloria. Comenzó en marzo. El Diablo en una serie de tres partidos esfumó el sueño boquense: 2-0 en Avellaneda con goles de Mura y Rodriguez, 0-1 en la Bombonera y 0-0 en el tercer match de semifinales. Al respecto, cuatro décadas después nos critican porque entrabamos en semis; no obstante, se olvidan que los eliminábamos de cualquier modo.
La final. Nos enfrentaba nada menos que ante Peñarol, el artífice de la eliminación del Santos de Pelé. El primer bicampeón de América (60-61). En Avellaneda la diferencia fue exigua (1- 0 con gol de Bernao). Tres días después, en Montevideo, con un planteo ultradefensivo padecimos y tropezamos 1-3. Había que definir en terreno neutral: el estadio Nacional de Santiago.
La gran final. “Independiente llenó la escena de rojo. La vistió, la decoró de rojo desde el prólogo hasta la caída del telón. Monopolizando la escena, robándose los aplausos de la platea. De Peñarol no quedo nada. Absolutamente nada…”, narró la pluma del Osvaldo Ardizzone para la revista El Gráfico. No bien bajaron el telón los once actores argentinos intempestivamente desdibujaron el aurinegro oriental. A los 9’ Acevedo atosigó en la salida y el balón accidentalmente le rebotó a Pérez con destino de red. Después Bernao -27’- y Avallay-33’- ampliarían la ventaja.
“Los delanteros destruyeron y crearon. Transpiraron y jugaron (…) Fueron bien explotadas las espaldas de los defensores uruguayos”, explicó Ardizzone que vio a De la Mata (h) como la figura. “Cuando salió a los 33 dejó el partido resuelto”. La Copa ya estaba en el equipaje. Y a los 36 del complemento Osvaldo Mura pintó la obra de arte del campeonato. En una secuencia magistral eludió y ridiculizó a medio equipo rival con el gran arquero Ladislao Mazurkievicz incluido. Casi sin ángulo sacó el derechazo y metió el cuarto. Una obra sublime. “Gol de hoy…recuerdo para siempre”, relató El Gráfico.
“Cuando el avión de Air France detuvo sus motores se produjo el hecho más insólito en la historia de aeropuertos. En vez de embarcar los pasajeros se embarcaron los que esperaban. Fue un recibimiento pocas veces visto”. El Rojo volvía al país, pero el país ya le quedaba pequeño. Nacía en ese entonces el Independiente de América.
Síntesis del partido:
15 de abril de 1965 – Tercera final – Estadio Nacional de Santiago (Chile)
Independiente 4: Santoro, Acevedo, Ferreiro, Decaría, Navarro, Mura, Bernao, Guzmán, De la Mata h (Mori), Savoy, Avallay. DT: Manuel Giúdice.
Peñarol 1: Mazurkiewicz, Pérez, Varela, Forlán, Goncalves, Caetano, Ledesma, Rocha, Silva, Reznik (Sacia), Joya.
Goles: 9’Pérez e/c (I), 27’ Bernao, 33’ Avallay, 44’ Joya (P) y 81’ Mura,
Árbitro: Yamasaki (Perú)
Incidencias: A los 29 PT Rocha desvió un penal.
Expulsados: Navarro, Ledesma y Sacia.
