Con el correr de los partidos del semestre, Independiente bajó paulatinamente su producción goleadora. De 18 disparos ante Huracán a sólo 5 contra Atlético Tucumán por la Copa Argentina.
El conjunto de Ariel Holan disputó ocho encuentros desde que se reanudó el fútbol en julio, contando Copa Sudamericana, Copa Argentina y la Superliga. En total consiguió 10 goles y en dos ocasiones no convirtió, siendo Leandro Fernández el máximo anotador, con cuatro gritos, y el más rematador, con 23.
La estadística muestra una clara merma en la producción de situaciones, consecuencia de un bajo rendimiento colectivo. Por el torneo local, contra Huracán, Independiente logró 17 disparos, de los cuales 10 fueron al arco y 3 terminaron en gol. Ante Olimpo, creó 18 tiros, 8 al arco y un tanto. Por último, frente a Lanús sólo pateó 5 veces y nada más 3 fueron bajo los tres palos.
En la Sudamericana, ante Iquique en el LdA, el Rojo creó 10 situaciones, con seis lanzamientos al arco y cuatro goles. En la vuelta pateó en 13 oportunidades, 7 a la meta y 2 gritos. En la serie contra Atlético Tucumán comenzó con 6 disparos, 3 al arco y ningún gol; y en Avellaneda logró la victoria con 12 remates, de los cuales 8 fueron a la valla de Christian Luchetti y dos terminaron adentro.
Pero el peor margen se vio por la Copa Argentina, en la última derrota del equipo de Holan. Contra los tucumanos sólo tiró 5 veces, con 3 al arco, un palo y el gol de Maximiliano Meza. Evidentemente, la falta de juego asociado y de ideas repercutió en el resultado final y en las posibilidades. “Tendremos que crean más”, había dicho Nicolás Tagliafico cinco días antes, sabiendo cuánto le cuesta al Rojo mandarla a guardar.
