Lolo tuvo que reemplazar a Martín Zapata y volvió a cumplir con un rendimiento que le permitió a Independiente sumar gente en ataque. No siente la marca, pero la pide siempre y es un recambio importante.
De Felippe llegaba al lunes con casi todo el equipo confirmado. La duda que mantenía era entre Menéndez y Parra, aunque todo hacía indicar lo que luego sucedió. Sin embargo, el once inicial tuvo dos cambios en lugar de uno. Sí, Martín Zapata amaneció con una gastroenteritis y no pudo ser de la partida.
Ante esto, De Felippe convocó de urgencia a Fabián Monserrat y puso desde el arranque al Leonel Miranda. Sí, el Lolo se hizo cargo del sector derecho del mediocampo y si bien no siente la marca, el partido permitió que el Rojo presente un equipo más ofensivo.
Gimnasia y Esgrima mucho no atacó de otra forma que no sea de contra. Lo que sí hizo el equipo de Mario Gómez fue presionar a Independiente y ahí estuvo la importancia de los que ponían la pelota en el piso. Miranda, Montenegro y Pisano fueron la carta de fútbol del conjunto local. Siempre trataron de poner la pelota por el piso y dañar así.
Hay que resaltar además que, en una de las primeras arremetidas de Independiente, Miranda recibió la pelota de Mancuello en la puerta del área y con calidad definió al segundo palo. Tal como había sucedido ante Sportivo Belgrano en Córdoba, el travesaño le negó la posibilidad de gritar su propio gol, cuando todavía el encuentro estaba en cero.
En fin, de a poco son los juveniles los que vuelven a poner la cara: Diego Rodríguez, Lucas Villalba, Marcelo Vidal y Leonel Miranda. A ellos se les suman Julián Velázquez y Federico Mancuello, gente del club y Francisco Pizzini que ingresó en los últimos minutos.
No obstante, es menester de estos párrafos resaltar el trabajo de Miranda que si sigue con estos rendimientos, ajusta algunos detalles y cree en sus posibilidades podrá convertirse en el jugador que todos esperan. Condiciones tiene, le falta precisión y aprovechar las chances.
