Daniel Montenegro es el único jugador del plantel que disputó las 31 fechas del torneo de la B Nacional. Aplausos, reconocimientos, silbidos y hasta una bandera que lo tildó de camarillero en esta temporada.
Llegó en el segundo semestre de la temporada anterior. Disputó gran parte de los partidos de la campaña que terminó en el nefasto descenso. Fue el primero que manifestó su convencimiento de seguir en el club pese al desenlace. Y así lo hizo.
Estuvo en el peor arranque de la B Nacional, fue uno de los artífices de la levantada con goles importantes y también formó parte del arranque del segundo semestre con un equipo que perdió el rumbo y que de a poco lo quiere ir encontrando.
Hasta el encuentro de Talleres de ayer era el máximo anotador. Por el triplete de Parra relegó su posición. Con ocho tantos era el que más había gritado. Sin embargo, no convertía desde la fecha 17 ante Ferro, el día que marcó un doblete importante para el 3-0 final en el Libertadores de América. Sí, ya pasaron muchos jornadas, exactamente 14 partidos.
En el medio tuvo varias chances. Sin ir más lejos, las desperdiciadas ante la T y el penal malogrado ante Huracán. Justamente tras ese fallido comenzaron a aparecer rumores sobre su “camarilla” para sacar al DT. Hasta hubo una bandera que hacía reflejo de esa situación. Unos días más tarde, hubo quien en las Redes Sociales lo tildó como uno de los responsables de la casi renuncia de Javier Cantero.
Si bien su rendimiento no es el que todos esperan o imaginan, Daniel Montenegro siempre estuvo. Con sus 35 años recién cumplidos, el Rolfi se mantiene como capitán y busca, como el resto del equipo, lograr su mejor faceta. Y ojalá, para que el cierre de la Temporada no sea para cardíacos, el Diez debe ser más determinante y con su calidad, guiar al equipo directo al ascenso.
