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Otra vez, tres puntos menos

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Está claro que los partidos no se merecen. Se ganan, se empatan o se pierden y poco le importa, a la gran mayoría, si el equipo mereció o no tal o cual resultado o inclusive si jugó bien perdiendo o mal, ganando. Luego de la era Carlos Bianchi y su bendito “Celular de Dios”, se creó una nueva generación de hinchas de fútbol a los que sólo les importa los tres puntos. Juro que me niego a formar parte de esa generación pero a veces caigo presa de esa idea, en la del enojo generalizado de la ausencia de puntos.

Independiente jugó contra Newell’s en cancha de Lanús y no mereció perder. Con este concepto no estoy diciendo que jugó bien. Sólo que no mereció perder ante mediocridad generalizada de ambos equipos. Si intento buscarle cierto costado optimista, encuentro un consuelo (¿?): la actitud mejoró. Las “ganas” a la hora de correr el balón, aparecieron o al menos, hubo pinceladas de “intentos” en diferentes frentes.

Quizás hacer un análisis uno por uno, no sea lo ideal. Hilario, creo que cumplió. Newell’s no lo enloqueció pero hubo un par de pelotazos que el correntino logró sacar y si bien, en el gol estuvo flojo, delante suyo deben complementarlos los defensores para no dejarlo tan expuesto. En cuanto a la defensa, me apena que se haya fracturado Eduardo Tuzzio. Me parece que la cinta que el Tolo le dio como capitán, supo usarla y para su “interinato” como referente en el campo de juego, cumplió. Quizás el chico Galeano cometió errores pero no cabe caerle a un debutante. Ojo, si quiere jugar en primera se tiene que adaptar a las circunstancias y a las presiones pero más allá del gol, fue parejo. Mareque, se la bancó y el más flojo de los cuatro, el Tanito Vella. No se encontró con la pelota ni con el ritmo que sus compañeros de línea intentaban imponer. Creo que la defensa, tuvo un progresivo orden y que si bien debe afianzarse me da cierta esperanza de cambio si la comparamos con la del último torneo. Falta Matheu y no va a estar Tuzzio que, creo firmemente que es realmente importante en esa línea.

En cuanto al medio campo, Busse y Patito Rodríguez alternaban de banda constantemente. Patito, con algunos lujos innecesarios pero de esos que necesita en hincha de Independiente y que explota de alegría así sea intrascendente. Busse promete pero no estuvo en la primera jornada del Apertura. Nuñez pidió jugar donde lo puso el Tolo y pasó inadvertido y Gandín, se guarda los goles para las prácticas. Los cambios fueron, extraños. Si los ponía en el banco, era una fija que ingresarían en algún momento. ¿Quienes? Piatti y Silvera. La jugada no le salió bien al Tolo porque ingresaron en un momento caliente, y descomprimieron con emoción ante la presencia misma pero a la hora de jugar, costó y no sucedió el milagro. No tuvieron chances de marcar la diferencia. Acevedo fue sobrio, le falta más confianza pero su papel ante Newell’s fue digno. El que está en deuda Godoy, el pollo del Tolo que no sé si le pesó la confianza del técnico o realmente necesita más tiempo de afianzamiento.

El equipo jugó, intentó y no convenció. Por momentos, pareció que se podía pero sólo quedó en eso: intentos.

La realidad es que la derrota preocupa. Más que nada porque los antecedentes del equipo en cuanto a torneos de fútbol no son favorables. Ni las estadísticas ni el rendimiento ni los resultados. La semana que viene habrá que viajar a Tucumán. Un recién ascendido que perdió con San Lorenzo porque tiene un juego básico pero que quizás en su casa, se haga fuerte y se cierre para sostener el resultado inicial. Es necesario que el equipo regrese con una victoria. Son necesarios los tres puntos porque son el puntapié inicial hacia la confianza, hacia la eliminación de fantasmas y al sueño de romper estadísticas nefastas para nuestro querido club.

Un capítulo aparte, el Estadio de Lanús. ¿Molesta ir a la cancha Granate? Molesta, por lo incómoda, por lo precaria en algunas cuestiones como por ejemplo, un baño en la platea. Cuando consulté para ir al baño me miraron con cara de haber pedido un millón de dólares de regalo y, uno inclusive, bromeó: “¡¡¡El baño de damas más cerca está en la cancha de Banfield!!!”. Juro que por un momento me lo creí porque un baño fue imposible de encontrar a la altura de las plateas. Me llamó la atención pues señalan a Lanús como una de las instituciones ejemplo y estructuralmente, está bastante alejada de eso. Poco práctico su acceso, salir del estacionamiento fue una odisea. Lo que más bronca da es que no podemos jugar en casa y lo peor es que no creo, como viene la mano, que hagamos antes de fin de año. Al menos, en las condiciones que me gustaría.

En cuanto a responsabilidades técnicas y tácticas, el Tolo confía que Independiente peleará arriba en la tabla de posiciones. Da la sensación que eso está muy alejado de este equipo pero claro, la paciencia está lógicamente agotada porque año tras año, torneo tras torneo se generan esperanzas que los mismos protagonistas se encargan de pulverizar. Siempre fui optimista, siempre tiré para adelante pero en este caso quiero ser cauta, medida. El Tolo tiene crédito. Por el momento lo tiene. Ahora hay que saber esperar y confiar en su optimismo. Si él lo dice, así será… (esperemos).

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