Fue exactamente el 8 de julio de 1990. Argentina y Alemania jugaron la final del Mundial de Italia. Ese día, el rosarino, Sergio Pezzotta decidió ser árbitro. “Cuando la Selección perdió la final del Mundial, unos amigos lloraban, otros puteaban… Y bueno, a mí me pegó por ese lado. A mí se me dio por querer saber qué tenía en la cabeza una persona que había sancionado un penal como ese… sobre la hora. Fue ahí que se me cruzó el arbitraje. Hice el curso en la liga rosarina y arranqué. Y, luego, entre 1994 y 1995 hice el curso nacional”.
En el campeonato anterior, dirigió a Independiente en dos partidos, de lo cuales ambos fueron derrotas. El primero fue contra Estudiantes, en La Plata, por la 14º fecha (fue derrota 1-0, el 08/11/2008) y frente a San Lorenzo, caída por 4-1 con la expulsión de “Toti” Ríos, el 07/12/2008, por la fecha 18º. En este último torneo dirigió al Rojo en la 1º fecha frente a Vélez, en el empate a cero.
A Boca lo dirigió también en dos oportunidades. La primera, en la fecha 13º, donde logró ganarle al equipo de Miguel Ángel Russo por 1-0 con gol de Riquelme (tiro libre), y la segunda en el triangular final, enfrentado a Tigre, donde cayó por 1-0.
Nacido el 27 de noviembre de 1967 en Rosario, Pezzotta se crió con sus abuelos por la pronta separación de sus padres. “Mi viejo se quedó en Rosario y mi mamá se fue a Buenos Aires. Pero yo siempre viví acá”, cuenta, orgulloso de su ciudad, en la que actualmente vive con su esposa y sus tres hijos. Su carrera fue muy especial. Debutó en Primera en 1999 y tuvo un declive en el 2001 por una serie de lesiones. Luego logró recuperarse y repuntó.
Por Eduardo López para InfiernoRojo.com
