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Póker de grandes

festejo independiente

Enorme lo de Independiente: con un golazo de Ignacio Piatti sobre la hora, el equipo de Américo Gallego venció por 2-1 a Boca Juniors, en la Bombonera, y consiguió ganar los cuatro clásicos del Apertura en condición de visitante. Andrés Silvera había abierto el marcador y Pablo Mouche lo había igualado. Con la victoria, el Rojo quedó tercero, con 32 unidades.

Sin ser superior, es más, pasándola muy mal por momentos, el conjunto del Tolo supo bancar la embestida de un Boca que con más ímpetu que fútbol lo metió contra su arco, esperó su oportunidad y se llevó una alegría significativa, ya que el Rojo no ganaba en ese escenario desde aquella victoria por 1-o en el tan promocionado duelo entre César Luis Menotti y Carlos Salvador Bilardo.

La primera acción de riesgo a tuvo Independiente a los 3 minutos, con un cabezazo de Silvera que salvó espectacularmente Roberto Abbondanzieri, y Boca contestó dos minutos más tarde con un disparo de Lucas Viatri desviado, tras un centro del siempre peligroso Nicolás Gaitán desde la izquierda.

El encuentro no tenía un dominador absoluto y se hacía emocionante, de ida y vuelta. A los 12, una muy buena acción de Gaitán  finalizó con un remate de Viatri por encima del travesaño, en tanto que a los 15, Walter Busse remató desde fuera del área y el balón se fue apenas desviado.

Apenas pasando los 20, Abbondanzieri le tapó un disparo a Federico Mancuello y casi a la siguiente jugada, Martín Palermo estrelló un cabezazo en el travesaño. Los dos demostraban que querían el triunfo y no se daban respiro.

Y a los 25 llegaría la apertura del marcador: buena jugada de Martín Gómez, quien tuvo una destacada actuación, centro preciso a Silvera y éste, arrojándose de tijera, puso el 1-0 para Independiente que, si bien no era merecidísimo, tampoco sonaba descabellado.

Hasta el final del primer tiempo, el ritmo del encuentro decayó e Independiente logró manejar el ritmo, sobre todo desde los pies de Walter Acevedo, quien fue de menor a mayor y terminó haciéndose patrón del medio (¡qué caño le hizo a Palermo!).

Boca salió al complemento con todo en busca del empate (ya con Mouche en cancha en lugar de Lucas Viatri) y lo logró rápidamente justo a través del recién ingresado, que no tuvo más que empujarla tras una combinación entre Palermo y Gaitán. A partir de allí, se produjo lo mejor del local y lo peor, lejos, del Rojo.

El equipo de Alfio Basile acorraló a Independiente contra su arco y lo tuvo muy cerca del knock out: Gabbarini le tapó un mano a mano a Palermo, Mouche estrelló un tiro en el palo y luego otra vez el rubio delantero cabeceó solo y la pelota se fue muy cerquita del arco.

En el medio, Independiente casi se pone en ventaja con una acción en contra de Juan Krupoviesa y con otra de Eduardo Tuzzio que definió fuerte pero desviado, pero sin dudas lo que marcó el quiebre del partido fue la lesión de Gaitán, el más desequilibrante de Boca.

Con la salida del volante-delantero casi a los 30, Independiente logró emparejal el trámite y le puso más pimienta con el ingreso de Patricio Rodríguez, que lo volvió loco a Hugo Ibarra y casi moja con un disparo lejano, pero la pelota pegó en el palo.

Y cuando parecía que nada más iba a pasar, que la cuarta victoria clásica del Apertura se esfumaba, apareció Piatti, quien había tenido poca participación y rompió todo: Nacho tocó para Acevedo, el volante central abrió para Silvera y éste, con un pase magistral, bochinesco, dejó al ex Gimnasia cara a cara con Abbondanzieri para el 2-1 final. Piatti lo ridiculizó al arquero, lo hizo tirarse, y definió con una pasmosa tranquilidad.

No hubo tiempo para más. O mejor dicho sí, para el festejo. Para la celebración del grandioso Tolo, que de la nada armó un equipo. Para la locura del grupo de jugadores, que a fuerza de trabajo y compromiso recompuso su relación con la gente, esos, nosotros, vos, yo, él, que deliramos este sábado al igual que lo hicimos en el Cilindro, en el Monumental y en el Gasómetro, y que sabemos decirles a ellos, que hoy representan nuestros colores en el césped, GRACIAS.

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