Luego de la floja actuación de Abal en el clásico jugado en Mar del Plata será Juan Pablo Pompei quien dirija en el debut del Rojo en Rosario.
41 años, árbitro internacional y profesor de Educación Física, lleva dirigidos 260 partidos en Primera División con 108 victorias locales, 85 empates y 67 triunfos visitantes.
Existe un antecedente poco feliz entre el árbitro y el Rojo y ocurrió en La Plata, cuando en el partido ante Estudiantes de La Plata, las chances de clasificar a los octavos de final de la Copa Sudamericana comenzaron a esfumarse con la no sanción de un claro penal del defensor Agustín Alayes contra Lucas Pusineri. Para ese momento el partido estaba 1-2 camino a la definición por penales y si la falta hubiese sido cobrada y luego convertida en gol por algún jugador de Independiente, la clasificación se hubiese dado de manera directa.
Pero la historia no quedó ahi, no sólo fue el error puntual en esa jugada sino que también ante las críticas se despachó con declaraciones a radio La Red donde atacó el planteo táctico de Independiente: “¿Y la autocrítica? A ellos les cabeceó un jugador de 1,70 metro (NdeR: en referencia a Juan Manuel Salgueiro, delantero de Estudiantes, autor del 2-1, que en realidad mide 1,78 m., y al que nadie marcó en un tiro libre). Cuando iban empatando, no decían nada. A alguien tienen que culpar”.
La situación parece peor aún si se tiene en cuenta que el referí designado para ese encuentro era el mismo Diego Abal, quién no se presentó al partido por un problema de salud y los jugadores y cuerpo técnico se enteraron al llegar al estadio.
Las declaraciones de Américo Gallego tras la derrota ante Racing hicieron hincapié en las actuaciones del referato argentino: “Simeone se quedó corto cuando dijo que iba a ser cruel el campeonato, va a ser más que eso, y se empezó a ver hoy eh, son imágenes que quedan grabadas… vamos a tener cuidado”.
Ojalá las palabras del Tolo no sean más que eso, un fiel reflejo de la calentura de un técnico que no quiere perder a nada, y que tanto la victoria como la derrota dependa exclusivamente del desempeño de los jugadores.
