Emmanuel Gigliotti se ausentó en la tanda de penales, cuando el equipo necesitaba que el 9 se haga cargo de una bola caliente.
El Rojo le ganaba a Brown de Adrogué sin sobrarle nada y tras un segundo tiempo para el olvido sufrió el 1-1. Los 16avos de Final de la Copa Argentina se definieron en una tanda de penales de cara a la hinchada de Independiente y el mayor ausente en la difícil misión fue Emmanuel Gigliotti.
Con toda la presión que significa para un gigante como el Rey de Copas jugarse el prestigio contra un rival menor, hacía falta que los futbolistas de mayor carácter, jerarquía y técnica tomen la pelota y se hagan cargo. Así fue con Nicolás Domingo, Silvio Romero y hasta el propio Gastón Silva, muy considerado por el DT; pero el Puma no se tuvo confianza.
Con Martín Benítez suplantado, Maximiliano Meza en la Selección Argentina y el resto del equipo con puñados de minutos con la camiseta del Orgullo Nacional, era una buena oportunidad para que el 9 tome una bola caliente y haga lo que mejor sabe hacer. ¡No garantiza nada, pero si el centro delantero la emboca suma en lo anímico, para él y para el plantel!
A base de conquistas en momentos importantes, el atacante se transformó en uno de los jugadores más queridos y bancados por el público. Su olfato goleador y entrega adentro del campo lo volvieron uno de los más valuados y se le exige acorde a eso. Se viene una serie absolutamente decisiva contra River por la Copa Libertadores y Gigliotti debe sacar a relucir sus garras y apetito de gol como nunca antes. Independiente lo necesita.
