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Preguntas y ¿respuestas?

tuzzio godoy cruz

Otra vez la misma historia, ya no quedan palabras de reparo ni obsecuentes muestras de resignación, Independiente volvió a ser una sombra, jugó mal, no tuvo ritmo físico, careció de ideas y sociedades. La regularidad sigue deambulando y el equipo volvió a mostrar su lado más oscuro, ese que asoma cada vez que le toca ser visitante.

¿Por qué cambió tanto el equipo? Para arrancar, el planteo que buscó Gallego no surtió efecto. El Tolo prefirió el balance en el mediocampo y el doble cinco que armaron Pusineri y Godoy rozó lo penoso. El pibe demostró que aún está verde para este tipo de partidos y Lucas está un par de  niveles alejado de lo que mostró en las primeras fechas. Todavía no se entiende por qué se cambió tanto en lo táctico. El equipo entró en un trance y se mareó de a poco. Si bien empezó jugando un partido interesante, Godoy Cruz, con un par de movimientos tácticos, se deglutió cada idea de Independiente.

¿Por qué no apareció Montenegro? El diez tuvo un partido para el olvido. No acertó un pase y, volvió a demostrar que, sin un socio de buen pie, queda impotente de fútbol, pero sobre todo, de presencia. El Rolfi jugó un partido sin brújula, nunca encontró el rumbo del partido y ni siquiera llevó peligro al arco de Godoy Cruz.

¿Por qué Núñez otra vez de nueve? Otro error del Tolo. Al planteo elegido se le chispoteó otro desacierto. El ingreso de Leonel Núñez le dio otro ánimo a Independiente, pero con el correr de los minutos y el ingreso de Ismael Sosa, el Gordo terminó de nueve, un puesto donde ya sabemos que no rinde ni va a rendir, más teniendo el antecedente del buen partido que había hecho ante Tigre, arrancando de atrás. Muchos se preguntan, todavía, por qué no jugó de arranque.

¿Cuánto se perdió sin Ríos? Si bien muchos todavía lo insultan, el Toti es una pieza fundamental en este equipo, obviamente, en las condiciones naturales y con la cadena fija y bien puesta. Ríos es socio de Montenegro y un constante generador de espacios. Sin eso, el Rojo perdió fútbol, porque si bien fue reemplazado por otro importante jugador como Mancuello, son dos polos opuestos en cuanto a cuestiones futbolísticas. La ausencia de Ríos no fue la clave del partido, pero sí una cuestión para tener muy en cuenta en el pobre circuito futbolístico desarrollado en Mendoza.

¿Por qué otra vez Moreira? Otro cambio que no se explica. Lo que mostró Mariano Viola no fue demasiado alentador, pero sí se le dio el apoyo a Godoy, por qué no a Viola. Se sabe que Moreira mejor de lo que jugó con Troglio (y en un nivel de cinco puntos por partido) no lo va a hacer. Esperemos que Gallego se de cuenta, de una vez por todas, que no puede seguir jugando en Primera. A buscar soluciones, reemplazos o usar otro esquema.

¿Por qué Independiente es tan irregular? La respuesta aún parece imposible de contestar, porque el equipo rinde de buena forma jugando en Huracán, salvando algunos pocos partidos, y de visitante parece abatatarse y naufragar por un estilo futbolístico de aguas negras y oscuras, donde jamás puede hacer pie ni esgrimirse con una conjunción de fútbol-entrega-sacrificio. El movimientos de piezas no hizo bien y la proyección del partido por parte del Tolo no fue la mejor.

¿Cuándo parará esta tormenta? Nadie sabe, cuándo, dónde ni cómo. Sólo hace falta esperar hasta el final del torneo, un pensamiento cruel y demasiado mediocre para la historia que formó a esta gloriosa institución, pero que no deja de ser verdadera y asesina de sueños. Más cuando un equipo es tan ciclotímico como este.   El tren de la ilusión paró en Mendoza y arrancó su marcha, Independiente aún lo está corriendo, pero ya se sabe que no llegará. Ahora deberá esperar el próximo, con destino a la ansiada regularidad.

Lucas Sawczuk

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